Deliciosa Martha

Comidas frías y comidas calientes, digamos como tema de la película y también frío y cálido en cuanto a las relaciones humanas......Esta hermosa película observa los dos temas. Interesante el tratamiento musical relacionado con lo mismo y hasta el tema de las nacionalidades tiene que ver con la calidez y la frialdad de los individuos, con sus defectos y sus costumbres, en fin, Es de esas películas que siempre se guardan en algún rinconcito del corazón. Merece mi humildísima recomendación

Comedia romántica que juega al despiste.
Ni hay mucho romance ni hay mucha comedia pero es una buena película, seria, profesional, alemana. Es muy interesante cómo el trabajo de cocinera de la protagonista envuelve a toda la película hasta hacer de ella una película culinaria, deliciosa.

Delicada e intimista. Una película alejada de toda sensiblería, con una bonita historia y una banda sonora preciosa con temas tranquilos al piano y otros italianos que le dan el punto de contraste. La fotografía, mate y con momentos de tonos sepia, es maravillosa. Ideal para pasar una tarde en casa y disfrutar del buen cine.

Drama con unos pocos aires de comedia y romance.
El tono general es dramático y pesado, presentando una situacion familiar protagonizada por el duelo y el dolor. Los destellos cómicos y románticos son muy pocos y no son suficientes para equilibrar la historia, que se vuelve soporífera.
Muy buen trabajo de los actores principales. Ojalá el guión hubiese dado más protagonismo al flirteo, las bromas, las sonrisas pícaras y los besos. Realmente, hay mucha quimica entre los dos y esto es lo mejor de Deliciosa Martha.
El final, además, es harto inverosímil y parece hecho con prisas y a lo loco.

Menos conocida que “El festín de Babette” (1987), “Dublineses” (1987) o “Comer, beber, amar” (1994), la pequeña y deliciosa (y no es un juego de palabras) película, “Deliciosa Martha” (2001) es digna predecesora de estas que también tienen por eje central el tema de la comida. Así, cocina y comida son utilizados como recursos de expresión de los sentimientos de sus personajes.

El argumento gira en torno a Martha Klein (Martina Gedeck), cocinera jefe de un prestigioso restaurante francés de Hamburgo. Su única ocupación y devoción es mantener la reputación de su cocina, ya que cree que es la mejor cocinera de la ciudad. Pero su aburrido mundo cambia de repente cuando su hermana, madre soltera, fallece en un accidente de tráfico, y ella acoge a su hija de ocho años, Lina (Maxime Foerste). La establecida vida de Martha se tambalea con la llegada de su sobrina. Del padre de la niña solo saben que es italiano y se llama Giuseppe. Martha promete a Lina averiguar dónde vive su padre. Mientras, su vida también se derrumba cuando la propietaria del restaurante, para ayudarla, contrata a un chef italiano llamado Mario (Sergio Castellito), todo energía y anarquía, el contrapunto perfecto de Martha. El excéntrico Mario afirma ser un admirador del trabajo de Martha como cocinera, pero a ella le cae mal. Martha y Mario que acaban enamorándose uno del otro. Cuando parece que la alegría comienza a florecer en sus vidas, aparece el padre de Lina con la intención de llevarse a su hija.

Aunque la traducción de su título original sería “Tres estrellas”, la película “Deliciosa Martha” es un cuento sobre la vida moderna, las responsabilidades adquiridas, el trabajo y las relaciones humanas, sobre los sentimientos, sobre amar y ser apreciado. Un menú servido con sencillez y elegancia. Y aderezado con magníficos diálogos y silencios. Guión y dirección, trazan un retrato preciso y precioso de Martha, incluidos sus defectos, sus manidos esquemas y rituales diarios, las naderías que llenan su vida. Es precioso ver cómo en cada comida coloca su vaso de agua en la mesa. Esto es algo que recuerdo perfectamente y que da buena muestra del carácter reservado del personaje. También viene a mi memoria que aquella noche de domingo en que en el pase de las diez y media de la noche entré a la sala de cine para asistir al pase de esta película, tan solo fuimos cinco personas, muestra de lo desapercibida que pasó la cinta, quizás por algunos prejuicios que aún existen sobre la manera alemana de hacer cine.

Los tiempos cambian. Todo cambia. Una vistosa y emocionante película que hay que ver al menos una vez en la vida.