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Carretera al infierno

Thriller. Terror. Acción El joven Jim Hasley (C. Thomas Howell) recoge con su cadillac a un autoestopista, John Ryder (Rutger Hauer), en una carretera de Texas. Cuando John le confiesa a Jim que es un asesino y que espera que le recojan y le lleven para matar, Jim lo deja en la cuneta y sigue adelante, pensando que lo ha dejado atrás. A partir de este momento, los dos empiezan a jugar al gato y al ratón. El asesino sigue matando y dejando pistas que inculpan al ... [+]
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Críticas 58
Críticas ordenadas por utilidad
3 de junio de 2009
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni el comienzo ni el tercio final están a la altura, pero que cojones, me lo he pasado de maravilla. El arranque no es muy alagueño, sintiéndolo mucho es tan irrisorio como Nunca hables con extraños, supongo que el motivo es lo de menos a la hora de crear una atmósfera de tensión.

Pero ver a un replicante pasado de vueltas tira mas que la nulidad de unos guionistas a la hora de presentar unos personajes, en su descargo hay que tener en cuenta las cartas que se guardan en la manga para mantener el suspense.

Rutger Hauer esta cojonudo, para que decir no, produce esa sensación de desasosiego, sabes que va a volver a aparecer, no importa la poca verosimilitud de algunas de sus apariciones.
Thomas Howell da el pego y Jennifer Jason Leight es una delicia.

No puedo hacer mas que recomendarla, es una pequeña joya muy original, sobre todo en su parte media, algo mas que destacable debido a los caminos trilladisimos en que se mueve.
TokioOsaka
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12 de agosto de 2013
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
139/06(10/08/13) La ópera prima de Robert Harmon fue un thriller de terror de culto ochentero que el tiempo ha arrugado en demasía, su grato recuerdo ha sido estropeado con una nueva revisión, quedándome una cinta fascinante en su inicio de intriga y tensión, pero que cuando comienza a decantarse por la acción la caga a base de bien.
Jim Hasley (correcto C. Thomas Howell), lleva un cadillac de Chicago a San Diego para su dueño, por una desértica carretera de Texas recoge a un autoestopista, John Ryder (gran Rutger Hauer), tras una tensa charla John le espeta hieráticamente y amenazándole con una navaja que es un asesino que mata a los incautos que le recogen con sus coches, en un descuido Jim consigue echar del auto a Ryder, aquí no acaban los problemas de Jim pues John comienza un juego perverso con él en que los muertos iran cayendo y la policía le escogerá a él como chivo expiatorio.
Es una road-movie que posee un arranque magnético y escalofriante, va directo al grano, sin concesión, una noche fantasmagórica lluviosa, una presentación de personajes excelente, sobre todo con la de su carismático villano, el sádico juguetón John Ryder, un psicópata que conforme avanza la trama asume connotaciones cuasi divinas, siempre va por delante de todo, no se sabe nada de él, parece materializarse de la nada y le encanta hacer sufrir a Jim, sufrimiento que le realizador hace nos llegue desde su intenso primer encuentro y que provoca para el protagonista un devenir pesadillesco. La cinta es hija de ‘El Diablo Sobre Ruedas’ de Spielberg, un tipo normal circulando por una carretera desierta que sufre el acoso de un ser desconocido, es decir, el malo se cree un gato jugando con su presa, no quiere acabar con ella, siente placer con su angustia, es como si el conductor del camión se hubiera bajado a seguir con su reino del terror, el Mal se divierte jugando con la inocencia del Bien.
Es un divertimento con un ritmo frenético de principio a fin, no dan tregua, las situaciones se suceden sin pausa, con constantes sorpresas y giros de guión que hacen no te puedas aburrir. Lo malo es cuando se aleja del duelo psicológico y se instala en la acción más inverosímil, con persecuciones y tiroteos mal elaborados, que no aguantan el menor análisis y olvidándose del tono malsano que se había alcanzado en su primer tramo, dejando de lado la frescura y tornándola en clichés mil.
En el apartado de escenas de calado intenso y asfixiante destacan el antes mencionado inicio, el descubrimiento de Jim tras un osito de peluche a John que está en un coche familiar con unos niños, la secuencia del taller en que John le entrega las llaves de su coche, señal inequívoca de que juega con él, la comida de la hamburguesa con guarnición especial, el segundo encuentro en una cafetería entre los dos antagonistas, Jim despertando de una pesadilla en los calabozos de una comisaria y explorando el sanguinario escenario, son momentos de un gran acierto por parte del realizador, ello ayudado por una notable puesta en escena, unos desoladores escenarios fruto del maestro en la materia del diseño de producción dennis Gassner (‘Muerte Entre Las Flores’, ‘Big Fish’ o ‘Skyfall’), envueltos en tenebrismo por la excelente fotografía de John Seale (‘Rain Man’, ‘El Club De Los Poetas Muertos’ o ‘El Paciente Inglés’), y envueltos en la zozobrante música de Mark Isham (‘Vidas Cruzadas’, ‘Le Llaman Bodhi’ o ‘Crash’), todo esto pare una atmósfera de estar en un lugar entre el Averno y la Tierra. Lo malo es cuando lo sutil es sustituido por el ruido de escenas de acción inverosímiles a las que hay que dar demasiadas licencias narrativas, la forma tan estúpida en que detienen por vez primera a Jim, lo raro de que Jim no oyera disparos en la comisaría, la persecución y tiroteo a que es sometido por dos coches de polis, de lo más burdo pues no le disparan a las ruedas, para colmo aparece un helicóptero, todo muy aparatoso y nada creíble. El personaje de la muchacha Nash (Jennifer Jason Leigh) resulta mal construido, no se entiende su errático comportamiento, por lo menos se agradece no nos metan con calzador un almibarado romance, y luego está su irregular final, muy de comic pero carente de la menor tensión dramática. El buen regusto que tenía de la cinta en su inicio se ha ido diluyendo como un azucarillo con su metraje.
Lo mejor aparte de algunas buenas escenas mencionadas, está un aterrador Rutger Hauer, su sibilina sonrisa te hiela la sangre, una inquietante mole de metro noventa, rubio, de ojos azules que te penetran por frialdad y la violencia que ves tras ellos, un asesino perverso cada vez que aparece llena la pantalla por su comportamiento inesperado. Un gran acierto la elección de este actor holandés. Howell no destaca especialmente, no molesta pero tampoco es un desecho de personalidad.
En definitiva un producto ameno, que te engancha con su potente inicio, con unas cuantas buenas secuencia, una muy buena ambientación, un malo malísimo impresionante, con la tara de que con el avance se estropea, tampoco es que tenga un guión muy original. Fuerza y honor!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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12 de diciembre de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un clásico de los 80 con cierta conexión y parecido en estética, al mítico film de Spielberg "El Diablo sobre Ruedas". Una road-movie por las desiertas carreteras de Texas, en las que Jim Halsey (Thomas Howell) se encontrara con el autoestopista John Ryder (Rutger Hauher) el que no tiene muy buenas intenciones. La película tiene un ritmo frenético que no da respiro en ningún momento al espectador con sus dosis de acción y tensión (persecuciones de coches, explosiones, disparos... ) donde las escenas están muy bien filmadas y en general en todo el metraje. Los efectos especiales son decentes.
Las interpretaciones son correctas creando una atmósfera de ambientación que resulta inquietante, la trama es sencilla pero eficaz porque va directa y sin rodeos cual John Ryder. El film tiene también escenas impactantes como por ejemplo la secuencia final. En resumen, un film que es puro entretenimiento y que mantiene atento en todo momento al espectador. Recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Youka
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3 de agosto de 2021
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta incomprensible que los fans de Rutger Hauer – existen a pesar de la carrera tan errática del actor – tengan en mente el imponente Roy Batty que creó para Blade Runner o el sufriente Navarre de Lady Halcón… ¿Pero qué ocurre con John Ryder, por qué ignoran una de sus mejores interpretaciones?

Jim Halsey conduce un coche hasta San Diego, donde espera dar un giro a su vida, pero el giro le llegará esta lluviosa mañana, cuando recoja a un autoestopista que le obligará a jugar al gato y al ratón… Por el camino, las carreteras se llenarán de cadáveres.

Ignoro qué pasó con la carrera de Robert Harmon tras esta frenética Carretera al Infierno, ya que si vemos sus créditos, ninguna película posterior logra alcanzar a esta y ahora va de la mano junto a Tom Selleck en su camino al retiro con los telefilms de Jesse Stone. ¿Eligió mal sus proyectos o el injustificado fracaso de Carretera al Infierno fue un escollo difícil de superar? Harmon se maneja a la perfección por los terrenos de lo realista y lo tétrico, tal como vemos durante todo el primer encuentro entre los protagonistas, durante esa madrugada lluviosa; en las 48 horas que abarca la película, el terror casi siempre viene a plena luz del día, en lugares abandonados o estas carreteras eternas que llevan hacia la nada. Entre la actuación de Rutger Hauer, la maravillosa fotografía de John Seale y la gélida música de Mark Isham, es imposible quitarse de encima la sensación de pesadilla.

Al guion encontramos a un clásico de los 80 como Eric Reed – también autor de Los viajeros de la noche/After dark – cuya idea surgió de la canción Riders On The Storm de The Doors, y a partir de ahí generó uno de los mejores psicópatas, tan letal como escurridizo llamado, obvio, John Ryder. En la historia de Red no hay personajes ni confesiones acerca del pasado, tan solo personas que se cruzan durante un momento y cómo esto altera sus vidas. No sabemos qué ocurrió antes y, sinceramente, tampoco interesa.

Empezaba hablando de Rutger Hauer y sería imposible no comentar su interpretación: John Ryder es un tipo letal, tan peligroso como imprevisible, que se escurre como una serpiente y actúa con impunidad. Según comentó el actor, Ryder era el mal sobre la tierra y, por ello, dotó al personaje de cierto elemento mesiánico, cuando habla parece estar predicando y cuando sonríe es de todo menos tranquilizador. C. Thomas Howell se maneja de forma correcta interpretando al antagonista, nunca fue muy buen actor pero su perpetuo gesto de incredulidad es la réplica perfecta ante un Rutger Hauer desmesurado.

Carretera al Infierno es perfecta para descubrir una interpretación muy olvidada de Hauer, la única película buena de un director malogrado, un guion perfecto y una montaña rusa de asesinatos y tensión.

https://www.terrorweekend.com/2021/08/carretera-al-infierno-review.html
TerrorWeekend
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25 de mayo de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Mi madre dice que no hay que recoger a nadie” son las primeras palabras que se mencionan en esta película tras cuatro minutos introductorios de relajante conducción nocturna bajo la lluvia por inmensas carreteras del sur de Estados Unidos. La inocencia y afabilidad del joven Jim Hasley, magistralmente interpretado por un joven Christopher Thomas Howell, se ve de radicalmente contrastada con la presencia de su fatídico autoestopista, un misterioso John Ryder, de identidad más que sospechosa, tambien magistralmente interpretado por Rutger Hauer, el actor neerlandés al que los papeles de tipo malo le van como anillo al dedo, y que en esta película particularmente me recuerda al luchador de wrestling americano Sycho Sid. Esa mirada mirada de ojos azules sin expresión pero absolutamente inexpresiva, ese otorgar callando o el con una sola palabra expresar lo mismo que con cien, esa sensación de dominio sobre su joven e imberbe presa, la cual, sin si quiera imaginárselo, encuentra en un punto kilométrico cualquiera de una carretera cualquiera una verdadera pesadilla.

Desde mi punto de vista sensacional Robert Harmon con esta película que indudablemente recuerda a la famosa El Diablo Sobre Ruedas de Steven Spielberg, un clásico del género de las Road Movies. Interminables carreteras en las que la pesadilla no se mide tanto por el tiempo sino por la cantidad de kilómetros que quedan y por el aislamiento del paraje generalmente desértico. Si a ello le sumamos unas autoridades que para colmo van a por nosotros, el cóctel de la desesperación está servido.

Tengo que decir, que aunque de esta película me han gustado muchas cosas, debo destacar en primer lugar las tomas de cámara en algunas ocasiones, en especial las que se dan dentro de los vehículos o en sitios cerrados. El ritmo es continuo y la narración elegante, hasta el punto de, al menos para mí, hacer que le ponga un asterisco a este título en mi lista. Otra cosa que me gusta mucho de Carretera al Infierno es que son los dos personajes principales los que acaparan todo el protagonismo, así lo requiere la cinta, y si bien el resto de personajes secundarios pasan algo desapercibidos, su caracterización es más que notable.

Carretera al Infierno consta de elementos muy atractivos como para ser una película más que disfrutable, debo decir que al menos a mí el final se me ha descolgado de la calidad del resto del conjunto, pero a excepción de ese pequeño apunte califico la película positivamente y la recomiendo para pasar un buen rato, eso sí, piénsen dos veces antes de parar en la carretera a recoger a un autoestopisa.

Borja Ramírez

Puntuación: 7/10


www.borjaramirez.com
@borja_ramirez
facebook.com/eldiariodeborja
Borja2
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