Operación final

No esperaba mucho de una película producida por Netflix, pero tampoco esperaba tan poco. Al sentarse a ver una película histórica uno espera cierta fidelidad, que esta obra no entrega en ningún momento (ni siquiera respetando los idiomas nativos de cada protagonista). En cada escena se puede apreciar que la apuesta del director es generar un drama o suspenso casi novelesco y sin sentido.
Las actuaciones no destacan pero tampoco son condenables, la película es floja de por si, actué quien actué.

Hay algo que no funciona en este "Operation Finale" y aun no entiendo lo que es. Quizás sea que comienza demasiado en bien para acabar instalándose en una apatía impropia de la historia que pretende contar. Es como dos películas en una: la primera antes de la captura del criminal nazi y la segunda, una vez capturado. Ben Kingsley está correcto pero parece incapaz de insuflarle personalidad al personaje mas potente de esta historia, como si estuviésemos viendo otra interpretación cualquiera del Kingsley alimenticio que actúa con el piloto automático puesto. Al otro lado, su antagonista Oscar Isaac le da correctamente la réplica pero su personaje carece de la intensidad necesaria. "Operation Finale" comienza bien, desde esos títulos de crédito con una música maravillosa de Alexandre Desplat, después camina con firmeza pero a media película, cuando el trhiller puro y duro se agota, la película se hunde en picado.

Un correcto telefilme para pasar el rato, aunque deja al espectador con la sensación de que podría haber sido mucho más.

Cuando fui a verla, sabía que era una película histórica pero me esperaba una película, no un documental que no presenta: giros argumentales, una historia emotiva, escenas de suspense/tensión (solo hay un par de escenas y no se aprovechan).

El reparto no lo hace mal, pero no es destacable.


Conclusión: Es un documental y no es de los que te mantienen con interés y con ganas de conocer el final o como se desarrolla la historia.