El chef

Me ha gustado esta película porque:

1. Me pasé todo el rato babeando con los platos. Y hasta con los nombres.

2. Me llegó hasta el olorcito, que traspasaba la pantalla.

3. Me gustó la defensa que hace de la alta cocina tradicional.

4. Me gustó aún más la ridiculización de la moderna cocina deconstructivista.

5. Me partí de la risa con algunas escenas.

6. Me encantó cómo recoge el ambiente de trabajo en una cocina.

7. Me pareció tierna, divertida, sencilla y poco pretenciosa

Daniel Cohen, qué hambre me has hecho pasar, cabrón.

Sin duda una magnífica película. Entretenida, cómica en ocasiones, y con un argumento novedoso - ¡basta ya de mismos perros con distinto collar! -. Me permito señalar la exquisita crítica hacia la nueva cocina, donde pagas por mirar en lugar de por comer.

No se dejen engañar por la crítica "experta", esta película SÍ debe verla usted.

La película me ha decepcionado un poco, arranca muy bien con esa elegante presentación, pero al final me parecido bastante floja, me esperaba algo más.

El guión, el reparto y la música, son como instrumentos de una banda que no son capaces de sonar al compás y hacerte olvidar si tienes que echar gasolina al coche o lo que vas a desayunar mañana.

Aunque siempre es agradable volver a ver a Jean Reno, su presencia no es suficiente para puntuar la cinta ni con un 6. Sí que hay algunas escenas entrañables, y una de ellas, cuando se disfrazan, me hizo reír de verdad, pero el resto de la cinta no mantiene la calidad, y me ha dejado al final con ganas de "algo más".

Es una pena, la verdad, porque se pasa un rato agradable, pero, como a la mayoría de cine francés que he visto, a mi juicio le falta mucha magia.

La producción de la película está a la altura del reparto, si bien el guión va cayendo y cayendo hasta llegar a lo anodino. Sin embargo, Jean Reno está genial, como es habitual en él; y lo más curioso la aparición de nuestro Santiago Segura en un cameo a la altura del guión.Película entretenida que me ha recordado vagamente a la cena de los idotas, quizás por las vistas de París.

Esta "carta de primavera" sofisticada, no es otra cosa que un aceptable menú del día para la gran mayoría de comensales.
Simpática, entretenida y lo suficientemente digestiva para que no seamos demasiado exigente con unos ingredientes de desigual calidad.
La eficaz presencia de Reno y el desenvuelto Youn llevan a buen termino una comedia sin sobresaltos, gags aceptables y un tufillo, salvando las inmensas distancias, a la gran "Ratatouille". Darse un aire a una obra maestra, ya es mucho.
La dirección de Cohen se maneja sin problemas entre cacerolas y Santiago Segura aporta poco con su caricatura de personaje a una parte del guión, claramente suprimible.