Papá por siempre

La dificultad inherente a las relaciones de pareja, hace que este sea un filón para la industría del cine a la hora de crear historias. A lo largo de la historia de vida de esta industria se han visto las relaciones de pareja como un tema trasversal a todo tipo de géneros. Así, se han visto comedias basadas en las discusiones de dos conyujes, terribles dramas con el matrimonio de fondo, deliciosas historais de amor entre un hombre y una mujer, e incluso películas de acción mezcladas con el día a día de una pareja. En esta, las dificulatades entre dos conyujes son el punto de inicio de una divertidísima comedia para toda la familia y a uno de los personajes más peculiares del séptimo arte.

Daniel Hillard es el perfecto padre para sus tres retoños; siempre está dispuesto a jugar con ellos, montar fiestas descomunales, y pasar por alto sus obligaciones educativas. Por desgracia para él, un día su mujer se harta de tanta irresponsabilidad, pide el divorcio, y le quita la custodia. Ahora sólo podrá ver a sus hijos haciéndose pasar por la señora Doubtfire: una encantadora ancianita que es contratada para cuidar de ellos.

Lo más encomiable de la película es lo bien perfilado que está el personaje de Daniel Hillard / Efigenia Doubtfire. Al verlo discutir con su antiguo jefe, sufirendo por sus hijos, tratando de convencer a su nuevo jefe se hace palpable una autenticidad que permite entender no sólo ya su travestismo, sino también el cambio de comportamiento respecto a sus hijos mucho más maduro y responsable. En ese sentido, decir que dejando a un lado histriónicas situaciones, la película habla de segundas oportunidades y nos recuerda que es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer.

Sin embargo, lo más llamativo del largometraje son las histriónicas situaciones ocasionadas por la peculiar personalidad de nuestro protagonista y el travestismo de éste. Nos reiremos al ver como la señora Doubtfire trata de ocultar su verdadera personalidad ante la mirada atenta de la agente judicial, como surgen sus odios ante el pretendiente de su ex-esposa, o su extraño e igualmente peculiar hermano. También nos emocionaremos ante una historia que, ante todo, es entrañable.

Respecto a otros aspectos, destacar un grandísimo guión, una ambientación sonora muy bien escogida, y un excepcional Robin Williams (quizás su mejor papel). Tampoco podemos olvidar la presencia de una Lisa Jakub que, desgraciadamente, no pudo consolidarse a pesar de ser una de las más sonadas estrellas infantiles. Por contra, Sally Field y Pierce Brosman no terminan de convencer.

Acabo de ver esta película, creo que es la segunda vez que la veo, la primera vez cuando era un niño y recuerdo que en esa época me gustó un poquito aunque no la entendí del todo, ahora la vuelvo a ver y la entiendo completamente junto con todos los chistes y momentos graciosos y me parece una película buenísima y muy cómica, es una película que no pueden dejar de ver los fanáticos de las comedias, es casi obligado verla.

¿Y qué decir de la actuación de Robin Williams? Perfecto, creo que mejor era imposible y sus cambios de voz espectaculares ¿Cómo no ganó el Oscar este señor?... Ya recuerdo, fue por la gran actuación de Tom Hanks.

Me hubiese gustado que la película durase un poco más, se me hizo demasiado corta y rápida, es que es todo tan entretenido y no aburre en ningún momento, tal vez un poco al principio pero después despega y no termina hasta que termina.

De verdad me hubiese encantado que pasaran más escenas con la señora Doubfire.

Altamente recomendable para grandes y niños.

Tenía mucho miedo de volver a ver esta película después de tantos años, ya que mi recuerdo de verla en el cine y luego un poco después en televisión era muy bueno. Así que el otro día que decidimos ponerla en DVD, un pequeño temor me cogió pensando que se me vendría abajo un mito. Pero para mi sorpresa me equivoqué.
Me ha sorprendido que esta comedia siga funcionando como el primer día y que no parara de reírme durante mucho tiempo. Aun conociéndome las escenas y sabiendo cual iba a ser el siguiente gag, la carcajada aparecía. Sin lugar a dudas es una comedia buena que no ha perdido su esencia con el paso de los años.
Chris Columbus dirige muy bien esta película familiar que hace disfrutar a todo el mundo. Sus escenas bien hiladas y una trama que es graciosa de principio a fin, dan un resultado fantástico haciendo que uno pase un rato muy divertido, y que en ningún momento se aburra.
Sin lugar a dudas el alma de todo es Robin Williams. Él es un actor increíble que es capaz de mimetizarse con cualquier personaje; ya sea dramático o cómico. Pero creo sin temor a equivocarme, que su Sra. Doubtfire es uno de los míticos que ha realizado. Su interpretación es genial dando vida a este padre separado que hace cualquier cosa con tal de ver a sus hijos, hasta el punto de hacerse pasar por una mujer.
Junto a él Sally Field y Pierce Brosnan. Ella maravillosa como siempre, demostrando nuevamente el gran talento que tiene y dando vida a un personaje genial. Y el señor Brosnan realiza uno de sus mejores trabajos. Es cierto que no es un actor que a mí no me entusiasma, pero en esta ocasión su papel funciona muy bien, y creo que está hecho a su medida.
En fin, para mi ha sido una tremenda alegría descubrir que este film sigue funcionando de igual manera que el día de su estreno. Sigue siendo una comedia fresca que se disfruta de principio a fin, y que sigue haciendo reír. La verdad es que es un lujo descubrir que una película con este formato que has visto en el cine, se ha convertido con el paso de los años en todo un clásico que no decepciona ni aburre. Es más; me sigue encantado. ¡Gracias señora Doubtfire!

Pocas comedias tienen escenas tan divertidas como esta película: con mencionar la escena de la tarta o la escena del restaurante podemos decir que es una de las mejores comedias de los años 90.
Recordando al fallecido Robin Williams resulta aún más entrañable el visionado. En versión original se aprecia aún más lo genial que es transformando su voz, pues por momentos parece de verdad una señora inglesa de 60 años.
Los diálogos son ingeniosos y los secundarios están tratados con mucho humor también.
Los niños lo hacen muy bien y Sally Field también.
La música es pegadiza y enfatiza adecuadamente el tono familiar.
El único "pero" que le pondría es el mensaje un pelín pasteloso pero no por ello menos cierto.
La comedia está infravalorada cuando es de los géneros más complicados, y la alegría vital que desprende es de lo más necesario para el espectador.

Es de esas películas entrañables y familiares de obligada visión en época de juventud por las risas y el entretenimiento que ofrece.

Este es el Robin Williams que más me gusta el destarifado, el comediante, el que hace locuras a cada instante, el que hace que el público se lo pase bien.

Además esta película debería hacer reflexionar a la sociedad en general y el daño que se hace a tantos hombres que simplemente por divorciarse se les deja sin poder ver a sus hijos, a sus propios hijos. Se les expulsa de su casa y además se les hace pagar una pensión que les deja casi en mínimos para subsistir. Un auténtico drama que viven muchos y que no se hace nada por remediar