Haz click aquí para copiar la URL

55 días en Pekín

Aventuras China, año 1900. Las embajadas extranjeras en Pekín deben hacer frente a la sangrienta revuelta nacionalista desencadenada por los boxers, que se dedican a asesinar cristianos. Dentro de un recinto amurallado, el embajador inglés se une a los miembros de otras delegaciones en un desesperado intento por resistir el asedio. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 5 8 >>
Críticas 38
Críticas ordenadas por utilidad
12 de abril de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La más recordada de las grandes producciones que Samuel Bronston operó fuera de los Estados Unidos es, sin duda, este gran fresco histórico que encomendó al gran Nicholas Ray, ya un reconocido director, con sus luces y sombras respeto a su manera de ver la política carnívora de los Grandes Estudios, pero que sin embargo trabajó con gran libertad de movimientos poniéndole a sus órdenes actores de la talla de Ava Gardner, David Niven y Charlton Heston (interpretando a una baronesa rusa, un diplomático inglés y un militar norteamericano respectivamente) en un fresco épico de una época convulsa que acabó despertando el gigante chino al mundo en la apertura de un siglo tan revuelto como el XX: la revolución de los bóxers en 1900.

Entonces China estaba siendo colonizada comercialmente por las distintas potencias mundiales, con Inglaterra de frente que intentó mediar en una revuelta liderada por el príncipe Tuan (Robert Helpmann) y avalada finalmente por la emperatriz Tz’u-hsi (Flora Robson) desde su palacio en la Ciudad Prohibida.

El director de “Rebelde sin causa” (Rebel without a cause, 1955) construyó perfectamente un relato lleno de tensión, respetando la épica de sus decorados (con sus más de siete mil extras incluidos), construidos expresamente para la ocasión de contar un relato a veces poco recordado en la Historia. Valencia y Madrid fueron los escenarios en que se desenvolvió éste magnífico despliegue de ese Hollywood colosal que arcó huella y recuerdo.
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de octubre de 2022
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La baronesa Natalia Ivanoff (Ava Gardner), está siendo presionada por el gobierno del Zar, por medio de su embajador en China (Kurt Kaszna) para que abandone Pekín, donde no se comporta como se espera de una noble dama rusa, y retorne a San Petersburgo, a lo que ella se niega... El mayor Matt Lewis (Charlton Heston) del ejército estadounidense llega hasta la capital del viejo reino mandarín con un corto destacamento de marines... E inmediatamente se interesa por la baronesa, a la que tratará de seducir... Mientras tanto se está preparando una revuelta, contra las potencias occidentales que han comenzado a colonizar el país, por parte de los Bóxeres, seguidores de un emergente movimiento nacionalista chino dirigido por el príncipe Tuan (Robert Helpmann)… Pero el tozudo embajador británico Sir Arthur Robinson (David Niven), está dispuesto a mantener abierta la legación contra viento y marea, lo que obligará al resto de los legatarios a secundarle. Y así darán comienzo 55 emocionantes días en Pekín…

“55 días en Pekín”, no es sólo una peli de acción –por otro lado formidable– en la que sus personajes son solamente meros instrumentos para tiroteos, cargas o acciones heroicas sino que poseen todos ellos una rotunda carga dramática, están bien perfilados, son carismáticos y expresan con soltura sus más profundos sentimientos y sus motivaciones. Todo esto es gracias a unos esplendidos actores, pero sobre todo a un director que siempre supo extraer agua clara de los oscuros pozos de la violencia…

Pero pese a desarrollarse la trama en el lejano oriente, no deja de ser una vieja película del oeste en donde los asediados colonos aguardan la llegada de la caballería mientras ansiosamente atusan el oído al horizonte, esperando oír, cada día, como las cornetas tocan a carga…

De esta película tengo una anécdota personal, que quiero compartir con ustedes: siendo aún muy niño, visioné por primera vez este largometraje junto a un tío mío por parte de madre, el cual en sus años jóvenes había intervenido en tres películas, en, como él decía, el papel de hacer bulto. Y éstas fueron, además de la aquí comentada, “La caída del imperio romano” y “El cid”. Y mientras contemplábamos la proyección en el viejo televisor del salón de su casa, en una de las escenas no pudo dejar de exclamar: “¡Mira ese soy yo!, el que va detrás del que lleva la escalera con la coleta mal puesta…” Y esta reseña va para mi tío Juan… quien me enseñó a amar el cine.

Los acontecimientos de la película están basados en hechos históricos sucedidos en China, durante el llamado levantamiento Bóxer, entre noviembre de mil novecientos y septiembre de mil novecientos uno. Un desesperado intento de la dinastía Quing por liberarse del cada vez más eminente dominio extranjero… Una rebelión aplastada por las potencias occidentales junto a Japón, en la llamada “Alianza de las ocho naciones”. Evidentemente la película esta vista desde el punto de vista occidental, fundamentalmente anglosajón. Y esto quizá sea lo que más pueda molestar a cierto público. E indudablemente es una película que hoy en día no podría haberse rodado, al menos tal como es, pues jamás habría superado la actual barrera de lo políticamente correcto… Por eso es una película de otros tiempos, si mejores o peores; lo dejo a criterio del lector. Pero para mí, que sólo me rijo por aspectos cinematográficos, es una excelente cinta, sumamente entretenida y magistralmente realizada…
Plácido Eldel Motocarro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de mayo de 2010
11 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dedico esta crítica a los que escriben desde la soberbia. Los que parecen creer que sus opiniones sobre cine (y quizá sobre todo lo demás) son las únicas válidas del mundo mundial. Los que dan una nota inferior a la que realmente piensan, porque por sus narices la película no puede tener una nota media tan alta. A todos ellos les digo que sus críticas me interesan menos que la otra cara de la luna.

También dedico la crítica a los que no escriben desde la soberbia, que son bastante más numerosos. A ellos les doy las gracias.

Ahora al grano. Seguro que el rigor histórico no es lo mejor de "55 días en Pekín". Seguro que hay tópicos nacionales e internacionales. No es de mis películas preferidas, ni siquiera la que más me gusta de Nicholas Ray. Pero hay cosas en ella que me gustan mucho:

- La relación entre el mayor Lewis y el embajador británico, a veces de comprensión y a veces no.

- La capacidad de personas muy diferentes para trabajar unidas contra una amenaza común.

- Que en un país progresivamente ocupado por otras naciones se diga "hasta aquí hemos llegado". Lo malo es que de paso se cometen injusticias.

- El personaje de Ava Gardner, con ese aire de mujer fatal y ese fondo de nobleza.

¿Por qué he elegido esta película para la dedicatoria? Por ninguna razón en especial, con alguna tenía que ser.
IzaNezzie
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de agosto de 2013
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me he quedado estupefacta tras una indagación completamente casual. Buscando escenas de la película, me he topado con la versión original en inglés, lo que ha hecho que descubra la tremenda censura a la que fue sometida en la traducción al español. Claro, esa es otra forma de lo más discreta de eliminar un contenido poco adecuado o añadir alguna frase que interese añadir, que aquí hay de ambas cosas. Así, nuestro embajador español (Alfredo Mayo) suelta un discurso sobre la heroicidad hispana que ni de lejos aparece en el original, mientras que el pasado de la baronesa Natalie Ivanoff tiene que intuirse pero sin hablarse. El diálogo, por ejemplo, entre Matt, ella y su cuñado diría que es una completa invención.

Anécdotas patrias a parte, «55 día en Pekín», que lo tiene todo, hasta título, para ser una película deliciosa, no logra cumplir las expectativas. La obra nos narra un suceso histórico que, sin embargo, parece falso, no sabría decir por qué exactamente; puede que se tome muy poco en serio el drama a favor del espectáculo sin fuelle. Por cierto que es inevitable que un movimiento revolucionario que asesinaba a misioneros y cristianos de todas las razas, en su mayoría conversos chinos, se presente como enemigo al que combatir. A no ser, claro, que justifiques el asesinato (y otras crueldades que la película omite) como medio político para alcanzar un fin, en este caso un fin nacionalista chino, que al ser chino y no europeo quizá cuente con más simpatías.

Lo mejor es el trío protagonista, no nos engañemos. David Niven, tan fascinantemente inglés; Charlton Heston, la virilidad encarnada, y la bella Ava Gardner; no perdono que se la critique por sus problemas con la bebida ni por tener cuarenta años, lejos, como es lógico, de su más que espléndida juventud. No se puede ser «el animal más bello del mundo» durante toda tu vida, aunque mantiene porte, figura y unos rasgos faciales perfectos que por muy hinchados que estén no pueden disimularse. Dicen las malas lenguas que Heston la odiaba por su mal comportamiento en el rodaje, y que fue idea suya que su personaje acabara como acaba. Puede que sí o puede que no, pero es verdad que cuando la besa no sabemos si está siendo apasionado o es que la quiere matar. Que hombre más impetuoso, por favor.

Entre batallas, historias personales y diplomacias varias, «55 días en Pekín» llega a las dos horas y media de metraje cargada de altibajos y poco sentido épico, que es lo que busca. La niña china es insoportable; no habla y se dedica a mirar a Charlton Heston totalmente embobada, lo cual es muy comprensible pero nada útil para el guión. El romance es bastante frío y el desenlace que tiene más frío aún, y la guerra en sí misma, que es el eje central de la historia, no transmite ni sangre ni tensión. Nicholas Ray estaba como desmotivado, me parece a mi.

Clásico inflado, pero con unas cuantas virtudes que la hacen aceptable. Con lo que podría haber sido.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de junio de 2014
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
"55 días en Pekín" llega a nuestros días como un título arquetípico de las superproducciones estadounidenses de la época y con una cantidad de habladurías que quedan detrás de su realización para el disfrute de la literatura. Se filmó en España, en la España franquista evidentemente, y es por ello que muchas voces apuntan la inclusión de la embajada española en el sitio que tuvo lugar en China, como una superpotencia más mundial. Un gesto para el anfitrión. No he rascado mucho y ando verde de historia de la colonización oriental, pero me da a mí que los desastres del 98 habían dejado en más bien escasa la presencia española en el planeta. Si "55 días en Pekín" incluye a los españoles beneficiarios de una parte del pastel chino, perfecto, es una licencia más de las muchas que tiene la película.

Por aquella época los USA ya estaban acostumbrados a meterse en casa del vecino cuando les interesaba, así que posicionarse radicalmente a favor de los invasores no ha de extrañarnos, aunque sí moleste. Los chinos quedan como gente que no tiene derecho a decidir el futuro de su país. Eso, por mucha distancia que se pueda tomar en beneficio de la película, es imperdonable. No puede asimilarse bien una película en la que su partidismo es tan evidente.

La película dispone de una cantidad enorme de fardadas, lo de Heston en plan machote de arriba abajo no ha de sorprendernos, poseedor de unos valores inquebrantables, de honor militar, de honor humano. Es el protagonista y se debe a la etiqueta. Lo de Ava Gardner tienen más que ver con su nombre, un atractivo indudable de la época, que a nuestros ojos parece más personaje secundario, un florero. Si atendemos a las habladurías, una borracha que no se enteraba de qué iba la película y era incapaz de aprenderse tres frases del guión. Las escenas de pura acción suman buenos minutos, pero atención: dos horas y media son demasiadas y hay tiempo para aburrirse mucho. La pura estética señala el baile de oficiales como momento álgido, no lo discutiré, pero también es igual de cierto que la película se localiza en China y que los únicos chinos que tienen diálogos son blancos maquillados...

Las cosas negativas son muy lamentables y las buenas son pasajeras. Esa es mi conclusión. En la época lo tenía todo y estoy convencido que se llenarían los cines. Entrados en el actual siglo nos llega como una película en la que es difícil entrar porque es tan políticamente incorrecta que provoca cierto fastidio. Lo que hay detrás de la producción me es más simpático, imagino a Nicholas Ray dándole un síncope por su incapacidad de controlar la realización, aferrado a la botella de vino con la Gardner, en la España berlanguiana de Villar del Río...
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 8 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow