Corazón de león

Sin duda, el cine argentino está viviendo unos años dorados. La época de los Campanella, nueve reinas, los Darín y secretos de sus ojos, etc. La crisis que embargó su industria hizo agudizar el ingenio, sacando una camada de intérpretes y películas que han sido una de las mejores noticias de los últimos años en estreno. "Corazón de León" no es una película especialmente ambiciosa, tampoco pretende sentar cátedra, pero se ve con un gusto excelente y se ampara en la buena dirección de Carnevale y un casting en estado de gracia.

Julieta Díaz y Guillermo Francella hacen una revisión de viejas fábulas, además de príncipes encantados y encantadores, atrapados en una falta de centímetros que le hacen sufrir el qué dirán y los complejos de una sociedad que se han criado con Hombres, mujeres y viceversas. Nada nuevo bajo el Sol, un argumento casi Disney, pero sin el casi, pero contado a un ritmo excelente y con un sentido del humor envidiable.

Buena parte de ello recae en un tipo tan versátil como Francella, auténtico icono en su país desde su etapa en la pequeña pantalla, el perfecto exponente del hombre medio de la albiceleste e incondicional de Racing, un intérprete que da todo su leonino y divertido carácter a un protagonista con el que resulta muy fácil empatizar. Tiene la fortuna de contar con una pareja excelente de baile con su compañera, una Julieta Díaz que logra que su personaje quede encorsetada o en segundo plano.

El filme además permite algún ejercicio metaficcional como que Nicolás Francella haga de hijo del personaje interpretado por su padre.

Si bien no es una peli destinada a cambiarle a uno la vida, tiene todos los ingredientes para ser un entremés sabroso al paladar y que deja un inmejorable regusto.

Empecemos por el prestigioso reparto principal:

- Francella: se plagia a sí mismo desde hace décadas y, para peor, las copias son en base a un original defectuoso e irritante.
- Nora Cárpena, una arpía vieja y decrépita devenida en feminista y panelista en programas de dudosa calidad.
- Julieta Díaz (carece de capacidad actoral y posee una o dos muecas en todo su repertorio que repite hasta el hartazgo).
- Nicolás "portacióndeapellido" Francella, un cacho de telgopor actuaría mejor que él si lo aceptaran en un casting.

Sigamos por la trama: Historieta de amor absurda, cursi, almibarada y estúpida, tan de lágrima fácil y como de moraleja incluida que dan ganas de cagar a trompadas al televisor o lo que tengas a mano.

Un tipejo insignificante -y repulsivo- pero buena persona, se enrolla con una linda hembra, que en el mundo real lo pisaría sin escrúpulos; claro que este tipo de payasadas romanticonas nos quieren hacer tragar que las cosas siempre salen bien a los buenos hombres, por más deformes, horribles y parecidos a un Hobbit que sean, para alegría del blandengue público que suele consumirlas... aclaro que la vi sólo un ratito y, como la estaban pasando en la tv y de pura fiaca después de haber morfado como una bestia, no me digné a levantarme a buscar el control remoto, la dejé unos minutos para reírme y hacer la correspondiente indigestión.

Terminemos de una vez con esta infección: Un molesto dolor de cabeza fue creciendo a medida que los minutos iban pasando, mientras que reptaba por mi garganta una náusea traviesa y los ojos se iban dilatando y afiebrando aceleradamente. Haciendo un acopio de voluntad, entonces, me levanté, cambié de canal y me puse un documental de cómo hervir agua y se me fue pasando el malestar. Luego me vine a la pc a escribir esta ingeniosa reseña que será aceptada y premiada por todos los lectores.

Conclusión: El cine argentino, hoy, es una vergüenza mundial... en alguna época se hicieron buenas cosas, con buenos actores y buenas historias, pero esto ya es inaceptable, salvo para la amodorrada chusma que acude presurosa al cine -palomitas de maíz y ruidosas masticadas mediante- en busca de historias banales, predecibles, idiotas, manipuladoras, mentirosas y, por sobre todo, mal realizadas.

Atte.

Hermosa y bienintencionada comedia romántica cuya variable que la hace singular funciona a pleno rendimiento, bien engrasada con diálogos de humor inteligente en una primera parte deliciosa. Sin embargo va perdiendo fuelle, las situaciones se estancan y Carnevale tira de tópicos del genero para terminar el asunto con un mínimo de dignidad.
Se hecha en falta un guión que sin pasarse, meta más el dedo en la herida y lo que la eleva por encima de la media es la soberbia interpretación de todos sus personajes, demostrando una vez más que del filón de actores argentinos se sigue extrayendo lo mejorcito de del arte dramático.

Una película que tenga a Francella como protagonista ya merece la pena. En este caso, además, tocan un tema muy original de una manera bastante realista, aunque precisamente por lo específico del tema en cuestión (no quiero dar spoilers) cuesta identificarse con el protagonista.

Tiene Corazón de León un ‘algo más’ que una comedia romántica facilona y fútil. Esta cinta argentina deja cierto poso, trata de conectar con otra zona cerebral del espectador alejada de la típica sensiblería. Pero es una conexión breve y poco intensa ya que está basada únicamente en la construcción de un personaje sobre el que gira toda la película. Epicentro de una romántica historia de dos, en la que sólo uno marca el camino del guión.
León (tan protagonista es que su órgano vital da título a la cinta) es un encantador conquistador que encandila con su personalidad y su simpatía pero que tiene un único defecto que le aleja de la sociedad. Su estatura es de 1,34 centímetros, es decir, es un enano.

Las dificultades que estos 45 centímetros de diferencia suponen entre él y su enamorada suponen el reto sobre el que transcurre un relato que, por lo demás transcurre casi como cualquier otra comedia romántica y es aquí donde radica el principal problema del filme.
Corazón de León no termina de arriesgar, sienta las bases de un conflicto, incluso de una crítica social, pero el guión se centra en el buenismo. Corazón de León no incomoda, no avergüenza, no enseña ni marca pautas sociales. Al contrario, balancea suavemente una romántica historia, dulce, ensoñadora, con situaciones cómicas poco originales, con los tópicos micromachismos caballerescos en los que un galán defiende a su dama y la conquista poco a poco.
Bien es cierto, que el solo hecho de presentar un personaje tan diferente. De romper con los estereotipos de Clark Gable o Hugh Grant ofrecen un punto de altura a la película (disculpas por el chiste malo) pero en sí mismo esto no es un pasaporte al lado del cine con galones.

Guillermo Francella pone el Corazón de León a la historia

Al rescate de esta historia archirrepetida en su formato de comedia romántica, acuden unas interpretaciones firmes, solventes y serias que otorgan la solidez necesaria para hacer que la cinta en su extraña configuración de personajes resulte creíble y que al menos los detalles de ternura y los momentos cómicos dejen su punto de sal en el espectador. Muy bien Julieta Díaz en su papel tampoco demasiado complejo de treinteañera separada y estresada por el trabajo que se abre al amor. Enorme Guillermo Francella en su papel de enano conquistador, aportando valor y cariño a un personaje de por sí especial y con el que (obviamente) el actor empatiza al 100%.
La fotografía y escenografía se configura con más clichés en este tipo de historias. Elegantes despachos y mansiones, bellos parajes naturales y un gusto especial por lo cenital debido a la afición de los deportes de riesgo del enano que trata de subirse a las alturas. El paracaidismo y el parapente servirán de escusa para regalarnos algunos de los planos más bellos y coloridos de la cinta, todo ello para servir en bandeja la conquista de la damisela. El trabajo de dirección de Marcos Carnevale, pasa más bien desapercibido, sin que sea trascendente para un filme facilón y destinado a públicos mayoritarios por lo que no necesita demostrar maestría alguna.
Pese a todo, la película ofrece ese punto diferente a la típica y sensiblera comedia romántica norteamericana, una condimentación insuficiente pero que se agradece para al menos tener la sensación de no haber perdido del todo el tiempo.

Nota : 5

http://www.viveiberoamerica.com/corazon-de-leon-comedia-romantica-de-baja-altura/
@Iberoamericavi