Labios ardientes

Un viaje de sensualidad dentro de un ambiente sofocante que cuenta con una muy buena historia y aparte te mantiene entretenido, The Hot Spot ( que es algo así como “el punto mas caliente”) es una buena cinta de cine negro con un par de intrigosas mujeres que le dan a la cinta un gran atractivo (tanto visual como actoralmente). Don Johnson es el centro de la trama y todos se teje en torno a sus actos y personalidad, el tipo desborda carisma y testosterona a lo largo del film, es el típico “buscavidas” que anda de paso por un pequeño pueblo en medio del desierto, y que ve la oportunidad de hacer dinero “fácil”, sin meditar muy bien sus movimientos y las consecuencias futuras.

Tal vez el desenlace no sea el idóneo, pero la historia entretiene y mantiene ese filo de suspenso durante gran parte de film, los actores están muy bien en sus respectivos roles y la ambientación es excelente, tanto visual como musicalmente. Buena dirección y buena película del irregular Dennis Hopper.

Para todos los amantes del cine negro, no se pueden perder está buena película que te mantendrá bastante entretenido.

Interesante película la que nos traía en los 90 el fallecido actor Dennis Hopper, con mucha intriga y mucho erotismo por medio. La verdad es que se le nota a distancia el paso del tiempo y, sin duda, ganaría puntos siempre en versión original, pero aún así es un trabajo más que decente como director de este estupendo actor que nos dejaría por culpa del cáncer. Para esta película, Hopper se haría con los servicios de un actor que estaba en su momento de apogeo físico y como actor y ése no es otro que el ex marido de Melanie Griffith, un Don Johnson chulo y engreído que está en su salsa interpretando a este vividor de Harry Maddox. Tras el gran éxito que Johnson cosechó con la serie "Corrupción en Miami", el rubio intentaría hacer lo mismo en el cine con mucho menos resultados positivos. Aquí está acompañado por una joven y voluptuosa Jennifer Connelly, actriz que me suele gustar pero a la que veo apática y sosa. La actriz, antes de perder kilos como una posesa, deslumbra a la cámara cada vez que sale, de eso no hay duda, pero para mí no puede competir con una despampanante Virginia Madsen. La actriz está perfecta, sexy, cautivadora y creo que es el alma de la película. No me extrañaría descubrir que la actriz Sharon Stone se inspirara en ella a la hora de crear su personaje para "Instinto Básico" porque, desde luego, la Madsen no tiene nada que envidiarle a la Stone. Su personaje de mujer fatal iba a ser interpretado por la mujer, en aquel momento, del rubio Don Johnson, Melanie Griffith, pero ésta tuvo que rechazarlo al estar embarazada de Dakota, la hija de ambos. Cuentan las malas lenguas que el director, Dennis Hopper, culpó tanto a la Madsen como a Johnson de la pobre recaudación en taquilla que tuvo esta película ya que, para él, ambos no participaron como deberían en su promoción. Don Johnson aludía que en aquel momento estaba demasiado ocupado con el rodaje de su siguiente película, "Dos duros sobre ruedas" y la Madsen decía estar cohibida por las numerosas escenas en las que aparecía desnuda en esta película. Como malo de la peli tenemos a un más que correcto William Sandler. En definitiva, una más que interesante película quizá algo larga pero muy disfrutable.

Créditos finales, me voy a mi habitación, enciendo el ordenador, abro filmaffinity, introduzco "Labios ardientes" en el buscador, nota 5,5.

Lo primero que se me vino a la mente fue aquella crítica que un usuario escribió en "Tango y Cash" alegando que si esa cinta estuviese protagonizada por Sinatra y Marlon Brando con efectos de la época y en blanco y negro tendría un 8 de media. Lo mismo se puede decir de "Labios Ardientes" (Imaginaos a Humphrey Bogart, Marilyn Monroe y Jane Russell como protagonistas por poner un ejemplo fácil). ¿Prejuicios? Puede ser.

En el film tenemos a Don Jonshon interpretando a Harry Madox (un papel que le viene como anillo al dedo), osea, Don Johnson haciendo del Don Johnson de siempre, que es lo mismo que decir: Don Jonhson haciendo de Sonny Crockett. Aquí cambia las camisas de seda y su americana color pastel por una indumentaria más propia, la de vendedor de coches. Nuestro protagonista está lleno de misterio desde la primera escena, apenas sabemos nada del bueno de Don, ni de donde viene, ni por qué está aquí, ni siquiera si va a quedarse. Pero Don no es tonto, hay varias razones para quedarse.

1- Jennifer Connelly. Cualquiera que haya visto "Destinos opuestos" (estrenada un año después) sabe de que estoy hablando. Jennifer al máximo. Nunca estuvo tan atractiva como en esta época. Aquí luce y actúa muy bien haciendo de chica modosa, tímida e ingenua. Al igual que el personaje de Don, su presencia también está rodeada de misterio.

2- Virginia Madsen. Ahora si que tenemos que contener nuestros libidos. Nuestra querida Virginia se marca una de esas actuaciones que dejas huella, no tanto por el nivel dramático, si no por el nivel erótico. Nada que envidiarle a otra musa como es (o era) Sharon Stone. Rubia, manipuladora, mentirosa... lo tiene todo. Una Femme Fatale con todas las letras.

Imprescindible fotografía y banda sonora llena de blues que le da un toque exquisito a la película que es difícil de explicar con palabras y más difícil aun de entender si no se ha visto la película.

Una joya a rescatar que no tuvo suerte en taquilla y que parece casi olvidada. Unas dos horas que se me pasaron volando. Merece la pena echarle un ojo. Hacedlo por lo menos para ver lo bien que se lo pasa Don. Nuestro Don.

Sombría, sofocante e intrigante película de cine negro de Dennis Hopper, la oveja negra de Hollywood, el rebelde sin causa, el drogadicto, el borracho, un tipo extraño y desmedido, un icono del pasotismo y la anarquía, autor del film de culto “Easy Rider” y que, en el preciso momento en el que muchos dejaban de creer en él, sorprendió a propios y extraños sacándose de la manga “Labios Ardientes”, un magnífico film, un thriller tan tórrido que podría derretir cualquiera pista de esquí.

Harry Madox (Don Johnson) es el clásico personaje de serie negra, de esos que van de un pueblo a otro hasta que se encuentran metidos en un saco de problemas, y es que, como en “El cartero siempre llama dos veces”, la mujer de su nuevo jefe es de esas que insisten, lo malo es que el amigo Harry se ha encaprichado de otra mujer y si a eso unimos que el banco del pueblo es de los que parecen fáciles de robar, pues ya se sabe, el lío está montado.

Nora Tyson y Charles Williams urdieron un sólido guión que Hopper supo aprovechar al máximo, tanto en su sobria, calurosa y atemporal puesta en escena como en la dirección de actores. En contra de todo pronóstico Don Johnson, el descafeinado “Sonny” Crockett de “Miami Vice”, fue el intérprete ideal para dar vida a Harry Madox, consiguiendo con ello uno de sus mejores trabajos para la pantalla grande. Lo de Virginia Madsen y Jennifer Connelly es otro cantar. Madsen riza el rizo como femme fatale: la tentadora manzana de Adán, el fruto prohibido, la Veronica Lake de los 90; sexo en estado puro. Y Connelly... pues eso... Jennifer Connely; sobran las palabras: la seducción de la pureza, de rostro angelical y formas apetecibles. A nadie le amarga un dulce: las dos mujeres son como un par de acarameladas frutas con sabores diferentes, y “Labios Ardientes”, más que un dulce es un bombón.

Cine negro al cien por cien y, al mismo tiempo, un excelente retrato de la América profunda, la misma América que hace años plasmó Bogdanovich de manera magistral en “La Última Película”. Si sois de los que sufren viendo tipos duros ablandándose ante las mujeres, esta película puede ser vuestra perdición.

A la Connelly le ha salido un hueso duro de roer con la hermana pequeña de Michael Madsen. Esta rubia está de muy buen ver pero aún así, Jennifer Connelly es demasiado. Con gafas o sin ellas, en bañador o con cualquier trapito, me temo que a sus 19 años la neoyorquina es difícilmente superable en cuanto a belleza. Dicho lo cual no destacaría precisamente su actuación. La veo apagada, con poca gracia, casi verde, no sé si por el personaje o no. Aún así, precisamente el trío protagonista es lo único que salva esta trabajo irregular del antaño actor Dennis Hooper. Don Johnson no está mal como galán aunque su personaje se acaba difuminando un tanto. En cambio, la que me parece que está genial es Virginia. Cosa distinta es el personaje que interpreta cada una de ellas porque, aparentemente, todo lo que tiene de provocativa, maquiavélica, sexual y chiflada está última, lo tiene la primera de sosa, ingenua y tímida.

Volviendo a "Labios Ardientes", tiene atmósfera, una buena ambientación y el planteamiento es atractivo por más que te suene a "El Cartero siempre llama dos veces" o a "Fuego en el Cuerpo". Es verdad que no acaba siendo ni una cosa ni otra, pero aún así, no es capaz de desprenderse de los clichés del género un tanto estereotipados. Aún así, esto no es malo. Pero sí lo es la lentitud de la narración, la falta de ritmo, lo aparatoso que parece y la intrascendencia de muchos episodios. Uno espera grandes cosas y sin embargo todo transcurre de una manera tan pausada como la vida en este tranquilo pueblo tejano. Mientras tanto, se suceden episodios sin sustancia. Al final hay algo pero bastante mal contado y lo peor no sorprende absolutamente para nada. En las manos de Hopper el cine negro se acerca peligrosamente al drama romántico. ¿Qué fue de las mujeres fatales, de las traiciones, de los engaños, de la corrupción? (SPOILER).

Por cierto, que querer poner esta película bastante fallida por encima de la sensacional "Fuego en el Cuerpo" de 1981 es que tiene delito. Supongo que la visión de Jennifer Connelly saliendo del lago, más o menos, como si fuera Ursula Andress del mar en "Agente 007 contra el doctor No" o Phoebe Cates de la piscina en "Aquel excitante curso" ha trastornado a más de un televidente. Peores cosas se ven. Y si no fijaos que con su sola presencia es capaz de provocar dos incendios. Sea como fuere no convence esta "Labios Ardientes" que queda bastante lejos de los grandes títulos del cine negro. Su intento de colarnos unas cuentas escenas de sexo, incluyendo algún que otro desnudo femenino (cortadísima y con razón mi Connelly en dicha secuencia. ¿Son necesarias estas cosas?) no puede sustituir a unos personajes nada oscuros, ni esconder un guión bastante pobre, una trama predecible y un desenlace decepcionante.