"El final del camino" consigue entretener y, de tanto en tanto, nos regala pequeñas dosis de emoción. Se merece un aprobado.
Cierto, esta serie española no tiene la calidad visual ni presenta el rigor histórico de "Vikings". Tampoco muestra escenas de sexo y violencia a raudales, como "Espartacus".
"El final del camino" se ha rodado con 4 decorados contados que, además, son de cartón piedra y poco creíbles, pero la fotografía y las luces están bien cuidadas y maquillan bastante bien las carencias de presupuesto (bonitos paisajes).
Ahora bien, "El final del camino" le pega cien vueltas a la insufrible "Águila Roja", que ya lleva tropecientas temporadas, y cuida bastante mejor el vestuario y las armas de la época. Ningún guerrero lleva katana.
¿No hay rigor histórico? ¿Y qué? Tampoco lo hay en "Juegos de Tronos", que es pura ficción y fantasía.

Creedme, para ser una serie española está bastante bien. Y no solo a pesar de las carencias técnicas y presupuestarias, sino por un pequeño detalle que, para mí, es importante: ¡No se hace apología de la "Alianza entre civilizaciones"! Y los moros de la época aparecen como lo que eran, dogmáticos invasores al servicio de Alá, y no hermanitas de la caridad.