Contra todo pronóstico, Piratas 3 me ha gustado. No tiene la misma cohesión que la primera. El guión vaga por sus mares fantásticos sin pena ni gloria, pero tiene la ventaja frente a la original de ganar en dimensión épica.

Tarda en arrancar, le dan mil vueltas a la trama (como es habitual) y la batalla final supone un festín de efectos especiales que termina por atragantársele a uno en los últimos minutos.

Por lo demás, todo son elogios. Hay momentos de frescura infantil, humor, mucho humor, ingenuas aventuras imposibles, leyendas marineras con sabor a ron añejo...en definitiva, una espectacular propuesta de las de piratas de toda la vida con muchas dosis de fantasía que entretiene hasta el final.