Click here to copy URL
Spain Spain · Madrid, Jaca
jaly rating:
6
Drama In order to escape from the abusive boy-friend, Gary Winston, Jean Gilkyson moves with her young daughter Griff Gilkyson without previous notice to the ranch of her father-in-law Einar Gilkyson in Wyoming. Jean and Einar are disaffected, since he blames her for the death of his beloved son in a car accident. Einar is taking care of his friend Mitch Bradley, who was attacked and seriously wounded by a bear, and he does not know that he ... [+]
Language of the review:
  • es
November 22, 2010
5 of 5 users found this review helpful
Después de excepcionales películas como Las Normas de la Casa de la Sidra o Chocolat, podemos decir que el prometedor cineasta sueco Lasse Hallstrom se ha quedado un poco estancado, con películas fallidas como Atando Cabos, o directamente olvidables como Casanova o la que aquí nos ocupa, Una Vida por Delante.

Eso no quiere decir que Una Vida por Delante sea, ni mucho menos, una mala película. Es más, cualquier filme que cuente con dos de los actores aquí presentes es como mínimo, interesante. Pero también es una regla no escrita que cualquier película que cuente con Jennifer Lopez se quedará lejos de lo que podría haber sido.

Una Vida por Delante es pues un agradable melodrama rural sobre una familia descompuesta por el dolor y el rencor de una tragedia pasada. La vuelta a casa de la mujer de la víctima de la tragedia ocasiona el (muy previsible) encuentro generacional con su suegro, el conocimiento de éste de su nieta y la atenta mirada del mejor amigo de aquel con todo este drama.

Si no supiésemos lo que va a pasar desde más o menos los primeros cinco minutos de película, Una Vida por Delante podría haberse convertido en una buena película, pues tiene alicientes suficientes para ello, como una realización funcional y que aprovecha los bellísimos parajes de Wyoming, y sobre todo una pareja de actores que da sentido a los conceptos de sabiduría y amistad: Robert Redford y Morgan Freeman encarnan a la perfección, con profundidad y una honestidad que tumba a todos los demás del reparto, a esos dos viejos amigos lastrados por heridas visibles (Freeman) e invisibles (Redford), emocionales y físicas, que condicionan su presente y su destino hasta el momento en que cada uno seguirá adelante con sus vidas dejando el dolor en el pasado.
jaly
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow