Leyendo la opinión de Boyero alguien podría llegar a la conclusión de que esta pareja de realizadores, muy simpático por cierto Peter Brosens que presentó la película en Valladolid, están en busca y captura. Digo yo, que un creyente fundamentalista de este crítico podría interpretar que la película es una barbaridad digna de ser secuestrada y entregada en un juzgado de guardia.
Pues yo me apunto a acompañar a los belgas a la comisaría para declararme solidariamente culpable; porque resulta que a mí me ha gustado.

"La quinta estación" es la que vendrá después de que un día, cualquiera, la primavera no acuda a su cita; y el verano y el otoño no se diferencien del último invierno. Tal y como estamos tratando al planeta, no me atrevería yo a incluir el film en el género de la ciencia ficción; más bien lo considero el penúltimo ultimátum de la madre tierra que ha elegido como profetas a Peter y a Jessica.

Sí, es posible que tenga reminiscencias de la película británica que Robin Hardy hizo en 1973 y que tituló el "Hombre de mimbre", también puede traer ecos del "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramago y puede que alguna otra adherencia; pero los buenos referentes no tienen porqué minimizar el trabajo de nadie.
La fotografía es tan buena que en algunos momentos los planos se ralentizan con exceso, posiblemente con buena intención, pero esto contribuye a frenar el ritmo de la intriga.

Cuando escribo esta crónica "La cinquième saison" aún no tiene distribuidora en España. Ya que con la ayuda del Boyero no podemos contar, espero que reciba algún premio en la Seminci para facilitar su llegada a estas tierras, y que sirva de lluvia a las secas conciencias ecológicas que viven en la eternidad hibernal.