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Spain Spain · Barcelona
branhunter rating:
4
Sci-Fi In the second Star Trek movie, Admiral Kirk is now a Starfleet Academy instructor, while Captain Spock serves as a cadet training officer, while being in command of the U.S.S. Enterprise. Meanwhile, scientists aboard Space Station Regula I are conducting the Project Genesis experiment, and the U.S.S. Reliant is assigned to the Genesis project. While surveying a lifeless planet in the Ceti Alpha star system, Cmdr. Chekov and Capt. Clark ... [+]
Language of the review:
  • es
March 14, 2008
9 of 17 users found this review helpful
A pesar de la existencia de honrosas excepciones, los años 1980 supusieron el hundimiento del género de la ciencia ficción en los parámetros facilones del cine comercial. Es así como Ripley pasa de ser la única superviviente de una nave invadida por un alien a convertirse en la protectora de una huerfanita o como el capitán Kirk prefiere perseguir malos malísimos de la serie original que descubrir fascinantes razas extraterrestres.

Así las cosas, llegó en 1982 está primera secuela de Star Trek, en que todo intento de trascendencia empezado por su predecesora queda abortado. Y toma su lugar un enfoque mucho más convencional de Nicholas Meyer, que recurre a las batallas de naves para animar al personal. Así, lo que antes eran hallazgos, ahora empiezan a ser tópicos, como la nostalgia del mando de la nave, y lo que constituían conclusiones más o menos acertadas de un episodio (el dejar a seres humanos mejorados genéticamente en un planeta, ante la imposibilidad de convivir con seres humanos normales) se convierte en una historia de venganzas.

El rendimiento del reparto tampoco fue especialmente memorable. Si bien Kirk continúa marcando perfil, Spock queda completamente desdibujado ante la eclosión del viejo romance del capitán y su hijo bastardo, mientras que el resto del reparto -doctor incluido- tan sólo están por ahí. En cuanto a Ricardo Montalbán, al que le toca el papel de malvado, lo vemos envuelto de una retórica bastante histriónica.

Así las cosas, el producto se hunde en la mediocridad cinematográfica, aunque tenga una cierta eficacia. Sólo Leonard Nimoy sabría prescindir de los elementos superfluos en la cuarta película y llevar las cosas a un terreno más sabio y, por cierto, más exitoso.
branhunter
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