Al caso, en Infinity Wars habíamos dejado a Thanos y el Dr. Strange jugando una partida de ajedrez, concretamente en la transición del medio juego al final. El Dr. Strange se había marcado un Kaspárov contra Topálov, 1999, y había calculado con antelación una burrada de jugadas, sacrificando la mitad de las piezas para jolgorio de Thanos, que se cree vencedor y se mete a jardinero.

En esta película terminan la partida, aunque no exactamente como esperábamos, porque tras algún intento de ataque directo, que ya sabemos que no puede surtir efecto porque es un final de partida, las piezas se deprimen, se ponen a hablar de películas y se olvidan del tema. Al final deciden que sería buena idea organizar una quedada por Facebook con toda la gente del insti, los vivos y los muertos. Por muy increíble que parezca, la idea tiene acogida y, salvo alguna honrosa excepción que prefiere la muerte total y absoluta a asistir a una quedada de tales características, se apuntan todos, hasta los delincuentes.

La fiesta que montan es muy loca y tiene grandes momentos como cuando Iron Man le pregunta al Dr. Strange que cuantos hielos quiere en el cubata y este responde que sólo uno, o cuando las mujeres sororan, o cuando juegan al sopapo con un martillo. Aunque ya se sabe estas fiestas a veces se van de las manos y al final hay lloros. En definitiva, tres horitas entretenidas y carentes de hilo argumental para dar el cierre a la serie Vengadores como se merece.

Gustará a: Emmett Brown, Jeff Bridges, gente que le gusta quedarse siempre al final de los créditos
No gustará a: irascibles, testículos, al que le toque limpiar