Los menús de alta cocina suelen tener una temática que hile toda la experiencia culinaria, pues bien, esta película ni eso. La película empieza bien, parece que puede ser interesante y divertida. Sin embargo, desde que empiezan a servir los platos te pasas el resto de la película esperando una historia hilada, que nunca llega, que termina de forma estrafalaria.
Puede que los actores hagan buenos papeles pero dado que la película no da pie a que te metas en ella y me ha dejado completamente frío, no puedo decir que haya alguna actuación buena. Vamos, de la sala salimos todos en completo silencio.

Muchos, por no decir casi todos, sabemos que en el mundo de la alta cocina hay mucho de locura, bastante de abuso, unas cuantas historias trágicas y que la gente que se puede permitir pagar habitualmente centenares de euros o dólares por una comida, no serán los mejores clientes en cuanto a reconocimiento de tu trabajo. Pero está película se limita a dar pinceladas inconexas, en plan crítica al mundo de la alta cocina actual, sin una pizca de gracia más allá del principio de la película y presentación de los comensales.