Paralelamente a nuestro mundo existe una guerra, que dura ya tantísimo tiempo que pareciese eterna, entre las huestes del Bien y del Mal. Y algunas personas, elegidas, o malditas según se miré, tienen el don de observar ese otro mundo que se oculta entre las sombras... Y entre éstas se halla Constantine, un suicida que llegó a morir y pasar unos breves segundos en el infierno, para él toda una eternidad, antes de ser reanimado por los servicios de emergencia... Y ahora condenado sin remisión, tras su muerte, a El Reino de Satán –quien personalmente le aguarda– por su acto (el atentado contra su propia vida), se dedica a combatir a los demonios que se infiltran entre los mortales y así tal vez obtener indulgencia pese a que es consciente de la inmutabilidad de las leyes divinas….

Una nueva incursión del mundo del comic en el cine, en esta ocasión afortunadamente alejado de personajes de superhéroes y de la sede de la Marvel, para proporcionarnos un estupendo, thriller fantástico, con una trama interesante que cinematográficamente está muy bien narrada, en una filmación con un rimo excelente, unos depurados efectos especiales y una aceptable fotografía, lo suficientemente oscura, que recoge bien la textura de las viñetas de las que proviene. Me cabe destacar en el ámbito interpretativo a Tilda Swinton en el papel de El Arcángel San Gabriel para una película que resulta verdaderamente entretenida… O al menos a mí me distrajo bastante.