Si esto es cierto, esta película es la excepción a la regla.
Porque la maestría de ella reside (en gran parte) en su elenco. El "dream team" con Pacino y De Niro por primera vez en un film. Que lujo por favor. Los demás actores, grandes actores por cierto, están brillantes. Pero esta dupla actoral es a mi entender la mejor desde los 70 hasta acá, vale decir, la mejor del cine contemporáneo.
Y es que Pacino realiza una mítica interpretación de un Michael Corleone afianzado, frío y calculador como nadie. Todavía quedan destellos de esa interpretación.
Y que decir de De Niro interpretando a Vito Corleone. Lo hace de manera fascinante, como si lo hubiera hecho toda su vida, con una naturalidad y tranquilidad que asombra a cualquiera.
El film es increíble desde su principio hasta su final. Además es imprevisible, uno nunca puede llegar a percibir que puede suceder en la próxima escena. Al igual que la primera parte no tiene escenas sobrantes e innecesarias. Todo encaja perfectamente. Es una maravillosa y mítica continuación de la primera parte. Y así, con esta obra maestra, queda casi terminada la mejor saga de la historia. La frutilla del postre vendría 16 años después, en 1990, con la tercera parte, otra joya del cine. Pero esta y la primera son la cumbre del cine moderno, le pese a quien le pese.