La verdad es que he salido del cine con una sonrisa tallada en la cara por volver a ver a los cinco en todo su esplendor. No es tan buena como la 2 o la 3, recuerda más a la primera, pero está a la altura. Nada como los tristes intentos que fueron las siguientes. Como dice otra crítica, parece un tributo a los fans.

No me ha gustado demasiado el recurso a tópicos como los malentendidos con las infidelidades de uno y otro. Tampoco ver el miembro de Jim. Y se echa de menos que no hubiese ninguna situación más original, pero al fin y al cabo se trataba de volver a darnos lo de antes bien dado y lo han hecho de maravilla. Han mantenido a los personajes casi intactos, como los queríamos ver. Han demostrado que lo bueno no tiene por qué acabar al madurar. Y han revivido la saga poniéndole un punto que si es final, es perfecto, y si no, mejor aún.

Por supuesto, esto sólo lo entenderán quienes, como yo, sean fans de las tres primeras partes. El resto pensarán que no regimos demasiado bien o que no damos para más. Pero estas películas hay que valorarlas en su contexto. No es humor irónico, ni humor absurdo, ni humor inteligente, ni humor de vieja. Esto es American Pie. Y en su género es sencillamente genial.