Cuando hace un par de añitos empiezas a oir los rumores de un remake del que, para muchos, ha sido un icono del terror de los 80; por un lado sientes ilusión al ver que podrás disfrutar de una nueva entrega de tu ídolo, pero no se puede evitar sentir miedo, ante la posible mancha que pueden dejar en su curriculum con otro cutre-remake.

Podían pasar dos cosas, y desgraciadamente ha sido la segunda. El espíritu del original se ha evaporado ante la "modernización" de Freddy Kruegger, no se reconoce ni a la misma Nancy, ni a su alcohólica madre, ni el terror cómico de Freddy (con una mezcla de maquillaje y fx que configuran un rostro bastante inexpresivo). Jackie Earle Haley no es un mal Freddy, simplemente es otro Freddy, menos aterrador y con un pasado sacado de la manga que nunca nos contó la original. Los mejores momentos nos los ofrece un Freddy sin maquillaje, que a mi juicio da más miedo que las quemaduras digitales y la voz de ultratumba que le han plantado para actualizar al personaje, parece que el Freddy que todos conociamos no les parecía demasiado potente para protagonizar una cinta de terror en el 2010.

El remake de "Pesadilla en Elm Street" está lleno de fallos. Comenzando por el catastrófico reparto de jóvenes, un aluvión de caras nuevas, tan desconocidas como faltas de carisma, que parecen sacadas de la tv movie de "Salvados por la campana" o, si me apuras, "Las gemelas de Sweet Valley". Nunca imaginé a una Nancy peor. La presentación de personajes es nefasta y nunca consiguen que nos importen demasiado como para no querer que mueran.

Este remake se aparta bastante de la original, y aunque podamos reconocer numerosas escenas del clásico (todas ellas mucho más potentes en la versión de Wes Craven aunque no contaran con tantos efectos especiales), nos llevamos las manos a la cabeza desde el primer minuto al ver como desaprovechan una tras otra. La trama es muy diferente, permitiéndose el lujo de añadir cambios innecesarios y faltos de fuelle al pasado de Freddy y, por supuesto, una historia de amor totalmente prescindible. También nos eliminan el apoteósico climax final de la original, ofreciendo uno de los peores climax finales que una película de terror pueda tener.

Desde el comienzo, la película va de mal en peor y si eres fan de la original es inevitable pensar que la están cagando escena tras escena. Agradezco poder disfrutar de una nueva entrega del mejor personaje que nos ha ofrecido el cine de terror, aunque parece que la frase que mejor define este remake es "Freddy merecía algo mejor". Si consigues apartarte de la original, y no enfurecer con el destrozo de película que estás presenciando, te queda una cinta de terror de videoclub totalmente olvidable. Si ya la divertida "Freddy contra Jason" recibió malas críticas, que se prepare la cinta de Samuel Bayer.

Lo mejor: aunque sea por mera curiosidad, se agredece que hayan hecho un remake.
Lo peor: todo, absolutamente todo, es mucho peor que en la original.