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Spain Spain · Madrid
al_warr rating:
10
Drama Set in 1860s Sicily, it portrays the decline of an aristocratic family under the crushing weight of political change. The film traces the waning of the noble home of Fabrizio Corbero, Prince of Salina (the Leopard) and the corresponding rise to eminence of the enormously wealthy ex-peasant Don Calogero Sedara. The prince himself refuses to take active steps to halt the decline of his personal fortunes or to help build a new Sicily but ... [+]
Language of the review:
  • es
June 22, 2008
30 of 31 users found this review helpful
''El Gatopardo'' suele recibir los injustos calificativos de película pomposa o grandilocuente. No hay ninguna muestra de artificio en este film o, mejor dicho, no hay ninguna muestra de artificio gratuito (para eso, basta con ver alguna película de Sissi emperatriz o similares). ''El Gatopardo'' fue concebida para ver más allá de la aristocracia y de sus vestidos de época, las princesas radiantes, los príncipes apuestos, los fastuosos palacios; también para ir más allá de la política o de la lucha social. Quien sea capaz de ver que sobre todos los personajes y escenarios de ''El Gatopardo'' se extiende una capa de polvo, estará cerca de entender el auténtico sentido del film: un mensaje tan sencillo (algunos lo tacharán de demasiado sencillo) como la decadencia, el paso del tiempo, la inevitable continuidad que subyace bajo los aparentes cambios... La artificiosidad no es más que un medio necesario para un fin, porque toda aristocracia que se precie es artificiosa. Pero la majestuosidad desmedida de los palacios no sólo no es gratuita sino que aparece compensada con la tosquedad y brutalidad de los paisajes y pueblos de Sicilia (excelente fotografía).
Nadie mejor que Burt Lancaster para interpretar al príncipe de Salina, la cara visible de la decadencia: incapaz de defender los principios de sus ancestros ante las circunstancias cambiantes, pero incapaz también de sumarse a los nuevos tiempos. Su interpretación eclipsa sin duda a Alain Delon y Claudia Cardinale, bastante discretos. Por su parte, la banda sonora de Nino Rota cumple con todas las expectativas. El exceso de metraje sólo se siente en la escena del baile, que conduce a un final algo pobre. Un ''pero'' suficiente como para impedir que ''El Gatopardo'' sea una película perfecta.
al_warr
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