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Spain Spain · Valencia
Carorpar rating:
6
Comedy They are back for a family Reunion, Jim is back and is married to Michelle,he needs to learn how to be a father. So he gets Stifler to help out with his newborn son who will be in the fraternity house of the Beta"s in his future life! First he gets baptized in a church where he learns his family heritage from inside The Bible of East Great Falls. he also learns his father was in fraternity. Paul Finch happens to go from a virgin to a ... [+]
Language of the review:
  • es
May 13, 2012
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Los devotos de la religión "Pie" estamos de enhorabuena. Ya está aquí la cuarta entrega del bloque canónico de la saga- existe toda una retaíla de infames apócrifos, cintas bastardas lanzadas directamente al agonizante mercado doméstico que no han hecho sino desfigurar el espíritu fundacional-.
Superior a las dos anteriores entregas, "American Reunion" constituye un dignísimo espejo en el que se mira, orgullosa, la legendaria "American Pie" primera y primordial, cuyo espíritu antes citado, gamberro y nostálgico a la vez, respeta con puntillosa reverencia para plantear una reflexión muy de andar por casa acerca de la vida adulta- mejor dicho, post adolescente- con sus obstáculos, frustraciones y pequeñas enormes satisfacciones. Todo ello salpimentado con los ya clásicos momentos soeces marca de la casa cuyo protagonismo se disputan en fecundo pulso freak un Jason Biggs aburguesado y un Seann William Scott tan encasillado como desopilante.
Ni una frase fuera de lugar, no falta nadie, Nadia - valga la redundancia- y el Sherminator incluidos; el respeto por las viejas esencias es tal que hasta los sonrojantes momentos íntimos entre Chris Klein y Mena Suvari, ausentes de la tercera parte, están de regreso.
Sin duda la cuarta "American Pie" gustará a la nueva hornada de espectadores, porque el humor de caca-pedo-culo-pis es universal y no entiende de generaciones; no obstante, sus probables carcajadas no son equiparables a la veneración, a la felicidad y a la sonrisa reminiscente con que la habremos disfrutado todos aquellos que hace trece años reivindicamos en voz bien alta y nada bien modulada aún que "nuestros pitos no volverían a pasar hambre".
Carorpar
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