Nolan nos obsequia con una película bélica que es a todas luces atípica.

En ella encontraremos un guión que huye del convencionalismo. Los conceptos "causa", "desarrollo" y "desenlace" aquí no existen. Los Nazis ya controlan todo el área, a excepción de ese pequeño punto, y no es posible la remontada. Hay que salir de allí cuanto antes.

En otras palabras: todo el pescado ya se ha vendido. Los Aliados allí apostados no pueden vencer y detener la (en ese momento) imparable maquinaria bélica Nazi. No. Aquí tampoco veremos un conjunto de soldados que batallean plantando cara al enemigo, más bien observaremos como estos primeros, con una desesperación evidente, intentan escapar de todo aquello; cruzando como sea esa fina línea de agua (el Canal de la Mancha) para así conseguir cobijarse en Gran Bretaña. Su hogar.

Tenemos tres puntos de partidas diferentes (y no hay una única línea temporal).

Comenzaremos viendo a un joven soldado del Ejército Británico cuando lleva Dunkerque sitiada ya una semana. Le acompañaremos en su desesperada lucha para salir de ese punto de la costa francesa.

También seremos testigos de la generosidad de la población civil inglesa. Ello de la mano de un padre con su hijo, y un amigo de este último; los cuales parten en una embarcación a motor pequeña con el objetivo de aportar su granito de arena en la evacuación de su ejército. Se ponen a la mar al día siguiente de comenzar la resistencia en Dunkerque.

Por otro lado, (y como tercer y último punto de partida), conoceremos a tres soldados de la Fuerza Aérea Británica (la "RAF") nada más empezar la "Operación Dinamo" (a la hora de iniciarse), partirán estos con el propósito de intentar hacer viable la mencionada evacuación repeliendo a la aviación nazi, encargada esta última de sabotear y hundir cualquier embarcación militar que intente llevar a los soldados británicos a su tierra.

Como ya digo, el largometraje parte en medio de la contienda, y lo que nos acompañará durante todo el rato será esa sensación de agobio y desesperanza que reinaba en aquella extensa playa:

"¿Por qué van a desplegar sus tanques si ya nos pueden machacar desde el aire?".

Los efectos especiales están realmente logrados. Y también decir que la banda sonora consigue acrecentar esa tensión que se experimenta durante el film. Todo de la mano de una dirección muy efectiva.

También los miembros del elenco interpretativo (caras familiares y no tan conocidas) realizarán su labor con gran acierto.

"¿Por eso mismo usted es de infantería y yo de la Marina".

Y para concluir ese conocido discurso de Winston Churchill que escuchamos en un momento trascendental de la obra.. la guinda que corona.

Ya termino. Gracias a ti por leer, y a Nolan por hacer una película bélica que se distancie de los clichés propios de este género.