El original planteamiento inicial de la historia hacía concebir esperanzas que poco a poco se van diluyendo por falta de ese sentido cómico que casi siempre adorna las películas de los Ozores, en este caso Mariano, José Luis y Antonio.
Por desgracia la trama tiende sin disimulo hacia lo tópico y hacia lo folclórico como deseando obtener el favor del público con recursos sencillos pero de efectividad probada.
Y eso parece aval escaso.
No obstante el largometraje esconde agradables sorpresas en forma de escenas divertidas y de interés intrínseco aunque su formulación cinematográfica carezca de verdadera ambición por su talante convencional y poco creativo.
Permite pasar un rato de ameno entretenimiento sin mayores expectativas pero queda la sospecha de que a la idea se le podía haber sacado mucho mayor partido.