Año 1969 la productora cinematográfica Universal compra los derechos de la novela escrita por Michael Crichton "LA AMENAZA DE ANDRÓMEDA" para su adaptación a la gran pantalla, la dirección para la realización del proyecto le es asignada al veterano Robert Wise, y a Crichton le ofrecen un pequeño papel como extra en la producción.

El resultado fue una película que llegó conmocionó a la opinión pública norteamericana y llega a convertirse en un clásico del género en el año 1971, a pesar de contar con un elenco de actores secundarios y desconocidos, la película obtuvo un gran éxito a nivel mundial.

37 años después los hermanos Ridley y Tony Scott deciden volver a adaptar la excelente novela de Crichton en formato de miniserie para la televisión contando para ello con la colaboración del guionista Robert Schenkkan y el antiguo director de fotografía danés Mikael Salomon el la dirección, para realizar en pocas palabras, su propia versión de la obra de Crichton y conservando el espíritu del libreto en la que se inspira con algunas diferencias con respecto a la adaptación cinematográfica de Wise y de aquel entonces su guionista Nelson Gidding.

Personalmente y sin hacer demasiadas comparaciones con ambas adaptaciones, debo decir personal y sinceramente que las dos funcionan y aportan por si mismas muchas cosas descritas en el libreto de Crichton, mientras Wise se decanta por el rigor argumental y científico, la versión de Salomon potencia el drama y la tensión de su trabajo, mostrándonos situaciones que no se mostró en su momento en la obra cinematográfica original, sin tener que recurrir al plagio de secuencias introduciendo elementos y situaciones al limite, y un nuevo personaje ajeno al texto de la novela de Crichton como es el reportero Jack Nash (Eric McCormack) y tomándose por así decirlo ciertas libertades argumentales.

Destacando como no, los grandes avances en los diseños de producción y de efectos especiales que se muestran en ambas obras por obra de Boris Leven y Douglas Trumbull en la versión de Wise, y de Jerry Wanek y de Dale Shippam y Robert Yeager en la de Salomon sobretodo en ésta última como es obvio teniendo en cuenta el tiempo trascurrido y lo avanzada que actualmente se encuentra nuestra tecnología infográfica.

Personalmente confieso que me he leido el libro de Crichton en más de una ocasión, y habiendo visto posteriormente la película original, me he quedado más que satisfecho con ésta nueva versión en formato de miniserie, cumpliendo con ello con mis expectativas y exigencias personales.