El viernes fui al cine con curiosidad por ver esta película, pues está muy puntuada en la web. La sensación que me produjo se resume perfectamente con el título de mi crítica: Buen sabor de boca. Como cuando paseas en invierno y el un sol tibio te calientas las mejillas, sin llegar a quemarte.
Es una película agradable, sin grandes sobresaltos, varias historias que se entrelazan y convergen en un mismo punto, el Salón de Belleza.
También es bonito comprobar que en cualquier parte del mundo tod@s soñamos y nos desvelamos por las mismas cosas: El amor, la infidelidad, el temor a hacerse mayor, el miedo al qué dirán, el rechazo por tu condición sexual, las cargas familiares, las tradiciones etc.
Para disfrutarla, comiendo caramelos.