Desde el minuto uno, Bill Burr nos empuja sin piedad para zambullirnos en una mordaz crítica sobre la sociedad actual, llena de ofendidos y "Social Justice Warriors" que dedican su tiempo en redes y campus universitarios a escupir bilis sobre supuestos problemas que realmente no tienen mucha importancia. Una plaga que se agudiza en Estados Unidos y que hace perder la perspectiva sobre un mundo en decadencia. Bill Burr consigue que nuestros pies vuelvan alegremente a posarse sobre una Tierra en la que últimamente tenemos que andar de puntillas, si no levitar directamente, a la hora de hacer cualquier comentario o chiste. Este especial de comedia abre una puerta de esperanza en esta ridícula era, donde las redes sociales han servido de altavoz a mensajes estériles y peligrosos, que indefectiblemente conducen a la confrontación sin solución. Un valiente ejercicio de libertad que devuelve a la comedia su su estatus revolucionario para sacudir mentes en una sociedad obnubilada por la corrección política y el malcriado llanto de la generación "copo de nieve". Esperemos que marque un antes y un después tras una década, que si bien nos ha hecho tomar nuevas perspectivas, también nos ha hecho retroceder a unos niveles de ingenuidad e hipersensibilidad desastrosos.