Cautivadora y atípica muestra de cine apocalíptico y cine de ¿horror? abstracto. Recuerda mucho a las primeras películas de Peter Weir, David Lynch, Polanski e incluso el Tarkovsky de "Stalker" y "Sacrificio". Perfecta para una sesión doble con "Melancolía", otra particular visión del fin del mundo. La sensación de claustrofobia y paranoia son la clave de todo el film, con una pareja de sólidos actores. Michael Shannon está genial, entre amenazante e indefenso. Jessica Chastain es una gran actriz dramática, y transmite muy bien el desconcierto de su personaje. Con una premisa sencilla y enigmática y una sutilidad narrativa remarcable, este pequeño film se posiciona sin dificultades entre lo mejor de su año.