El film pretende ser una galería interminable de rutilantes estrellas del mundo intelectual como Hemingway, Dalí, Buñuel, Coco Chanel, Scott Fitzgerald y así un largo etcétera de gente famosa e ilustre pero se vuelve confusa y no coge pulso en ningún momento. Pretende recrear la era del jazz neoyorquino de los alocados años 20 y no consigue más que confundir al respetable. Alabo el intento por parte de Woody pero esta vez no cuela. La supuesta ménagerie tan selecta se queda en poco más que en una jaula de grillos. Su supuesta genialidad queda en nada al convertirse en poco más que en una comedia de enredo sin mucho fondo. De hecho cuando finalizó el film yo aún estaba esperando que sucediera algo más pero no pasó nada. La cosa quedó ahí y no hubo redención para el autor neoyorquino esta vez. Parece que el maestro Allen solo buscó un insignificante pretexto para idear un film con cierto caché pero no lo consiguió. A veces me recordó a algún anuncio de Ágata Ruiz de la Prada mezclado con Chanson d'Eau o algo peor.

Pedante, hueca, relamida y acartonada por no decir algo más fuerte pero a mí esta propuesta no me llega de ninguna de las maneras por mucho que lleve la marca del genio. Pensé que al ser de Allen tendría cierta chispa y vida propia pero es que ni de lejos. El genio neoyorquino pretende rodearse de personajes de altura como el malagueño Pablo Picasso acompañado por todas sus excéntricas novias pero, insisto, no cuela y no basta con eso para entregarnos un gran film. Perdonamos a Woody y sus vicios de viejo verde por habernos entregado otras maravillas en su cinematografía pero quien busque al mejor Allen no lo encontrará aquí. FIN.

Le pongo un 6 raspado y he sido muy muy generoso para las escasas virtudes que presenta la cinta.Tampoco es mala pero no está a la altura del mejor Allen.