Una de las mejores películas que he visto en los últimos tiempos. La premisa es muy sencilla. Un grupo de profesores universitarios, expertos cada uno de ellos en una disciplina, se reúnen en casa de uno de ellos, quien tras diez años de docencia en la universidad ha decidido cambiar de aires. A partir de ese momento se establece una conversación entre ellos y lo que empezó pareciendo una especie de juego, desemboca en una extraordinaria revelación por parte del protagonista que provocará todo tipo de reacciones por parte de sus colegas.
La película me enganchó desde el primer minuto, los diálogos constantes no dan tregua gracias a un guión perfectamente estructurado que mantiene el interés durante todo el metraje.
Una cinta de ciencia ficción, sin alienígenas, sin naves espaciales, sin efectos especiales y que se desarrolla prácticamente en su totalidad en una pequeña habitación en la que el director crea una atmósfera idónea para contarnos esta original historia.
Una prueba más de que con pocos medios y sin alardes técnicos pero con un buen guión y un elenco de competentes actores se puede hacer buen cine, que no puedo evitar pensar, podría adaptarse perfectamente para convertirlo en una obra de teatro, teatro del bueno.