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Claudio Puga rating:
5
Drama. Romance Two intersecting love triangles. Obsession and betrayal set against the music scene in Austin, Texas. Two entangled couples — struggling songwriters Faye (Rooney Mara) and BV (Ryan Gosling), and music mogul Cook (Michael Fassbender) and the waitress whom he ensnares (Natalie Portman) — chase success through a rock ‘n’ roll landscape of seduction and betrayal.
Language of the review:
  • es
July 4, 2017
12 of 16 users found this review helpful
Película muy similar a su predecesora Knight Of Cups; Personajes sufridos y atormentados bajo una lupa de linda y sugestiva fotografía. El guión se mueve como un pedo de culebra, bastante desorientado, sin brújula, dando la impresión de estar constantemente mareado por su propio instrospectivismo sordo de frustración existencial.

La cámara de Malick es un gran angular muy abierto y algo borracho, que tiende a deslizar su mirada en diagonal, y desmayarse en contrapicado, cuando se ve interrupido con un corte de toma abrupto; a otra fija, contemplativa, en otro lugar; resaltando una composición fotográfica minimalista de budismo chic.
Destellan muchos ases oblicuos y perpendiculares de luz de atardecer, porque casi siempre es atardecer. Los cortes de toma forman un bucle experimental cansador, sin ritmo, pulso ni continuidad, que hacen de la edición y montaje un mamarracho de vanguardia adolescente. Una lástima, porque la fotografía pese a todo aquello sigue siendo hermosa, de verdad, pero mejor sería si estuviera fija e impresa en papel para contemplar en una revista. La narración en off de sus protagonistas es susurrante, tímida y cansina; sin la fuerza profunda y solemne de "To The Wonder". Creo haber identificado varias tomas realizadas con GoPro, y todo entremezclado con distintas texturas y calidad de factura visual. Si no fuera por un aclamado director de foto, todo esto sería un esperpento infumable. Al menos la hizo opioide. Y por eso el 5 de mi valoración, en un ataque de generosidad y clemencia, y, porque también, no todo es tan malo; algunos flash de diálogos y cosas resultan pese a tanta improvisación experimental. Hay valentía al jugar fuera de cualquier molde. Te disculpo Malick. Sé que la próxima película será un golpe de timón y dejarás todos estos fantasmas agobiantes en el pasado: ya lo reconociste en rueda de prensa. Salud por eso, y con tramadol.

Pd: Es más, voy a meter la película en un programa de edición y le voy a reemplazar la pista de audio por un boiler room de música electrónica, uno como el de Nicola Cruz o El Búho. Quedaría estupenda.
Claudio Puga
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