No conozco mucho de Terry Gilliam pero he visto dos películas suyas, donde se nota marcadamente el tema de las drogas, pero no tomada de una forma seria, sino como fuera algo tan normal y divertido, como un tema de niños. Es algo que de todas maneras toca tener en cuenta, pues en este momento alrededor del mundo el tema de la droga es uno de los principales que generan pobreza y miseria, hablar con seriedad del tema es importante, y no como en esta película y en “Miedo y asco en las Vegas” se aborda de una forma muy deportiva.

Esta película muestra una combinación de la inocencia infantil, drogas y locura que definitivamente logro que en el momento de verla pasara por varias etapas, desde el aburrimiento total (logrando que me durmiera por unos minutos), hasta en ciertos momentos miedo por lo que le pudiera pasar a la niña en medio de ese asqueroso mundo.

En definitiva, me pareció una película aburrida pero con un toque de fascinación que fue lo que logro que me quedara a verla hasta el final. Si me preguntan, no vallan a verla puede ser tediosa. O como leí por ahí, puede convertirse en Tedioland.