Una producción del año pasado que bien hubiera podido rodarse para entregarla al espectador hace treinta años, y no se hubiera notado la diferencia.

Charlize Theron, está fabulosa en el papel de secretaria del gobierno; tiene clase, es elegante, sabe sonreír... Y lo más importante, logra transmitir todo ello.

Seth Rogen, interpreta un personaje de exagerado histrionismo que a mi me provocó una mezcla entre asco y pena... No tan solo por su aspecto mal vestido, sino que parece sucio, rozando la mendicidad.

No resulta creíble, aunque haya secuencias, que por separado funcionen; al final la empatía entre ellos es nula. Las bromas y los planteamientos son muy superficiales. No me he reído y excepto por la presencia de Charlize Theron, no merece la pena perder el tiempo.