El final estropea todo. No sé... viéndola, en algún momento he pensado si fue forzado o todo giraba en torno a esa conclusión, para mí absurda. He leído una explicación sobre sus atropellados últimos minutos y tampoco es que me haya convencido demasiado.

Tye Sheridan interpreta a un muchacho con síndrome de Asperges, aunque a mi entender no es exactamente esa enfermedad, la que padece. Pero bueno... durante bastante tiempo la historia, te atrapa, cuando tratas de buscar razones por las que sucede lo que allí pasa, y esa imperiosa necesidad de Bart Bromley por expiar a las clientas del hotel, aprendiendo pautas sociales que él no domina. Su tramo final, resta mucho al conjunto.