En 1993 vi la película en la filmoteca y la titularon No son buenos los diablos para bromas. La trama es reconocible y transmitida por tradición oral en diferentes culturas: Petr, un joven molinero, ve como su malvada madrastra le roba el molino y acelera la muerte de su padre por lo que huye con una denucia pendiendo sobre su cabeza. Como revancha hace un "pacto" con el diablo.
Me impresionó el dinamismo y la originalidad de la puesta en escena y el jugo que Hynek Bocan le sacó a un "simple" cuento popular y la conclusión sartriana que extraje es que "el infierno son los otros", mejor relacionarte con el diablo que con algunos seres humanos.
Muy aconsejable.