Fui a ver esta película al cine, y luego la he visto varias veces más; y debo decir que sigue gustándome mucho.
Nuca creí que esta historia me entusiasmaría tanto cuando fui al cine, pero la verdad es que me encandiló y me sorprendió.
Jonathan Mostow nos plantea una historia de la II Guerra Mundial pero vivida prácticamente en su totalidad en un submarino. Ese espacio reducido no es impedimento para que la historia te agarre con fuerza y te introduzca en una trama llena de tensión y acción.
El capitán que lleva a muy buen puerto este proyecto es Matthew McConaughey. Su trabajo es realmente muy bueno, dando vida a ese joven que sueña con ser capitán de submarino, pero que por su dificultad para tomar decisiones complicadas no ha conseguido ese cargo. El hecho imprevisto que le toca vivir a este personaje le obliga a cambiar radicalmente.
Junto a él, un reparto bastante bueno. Bill Paxton vuelve a ofrecernos su capacidad actoral. Es cierto que no es un actor que me entusiasme mucho, pero tampoco me decepciona. También se sube al submarino el gran Harvey Keitel que derrocha talento en todos sus trabajos. Y por último el cantante Jon Bon Jovi, el cual no decepciona en su interpretación.
Tal vez sea una película un poco desconocida porque ha pasado un poco por alto, pero sin lugar a dudas es una historia que no decepciona para nada, y que engancha desde prácticamente el primer minuto hasta el final, existiendo escenas que te pegan al asiento.
En fin, una película que se llevó en el 2000 el Oscar al mejor sonido. Un Oscar muy merecido debido al gran trabajo que existe en lo que a esta materia se refiere. Una película que además de un buen sonido, cuenta con una muy buena historia. Una historia de acción y suspense con una base bélica, que sorprende y entusiasma.