Hay que reconocer que aunque es una película de baja calidad, tiene mucho más gracia que su antecesora. En esta segunda parte parece que Álvaro Sáenz le ha dedicado algo más de tiempo y esfuerzo al guión, y es que en la de "Aquí llega Condemor" era un descaro.
Los diálogos están más simpáticos, el Chiquito está que se sale, y los actores que acompañan al humorista tienen algo más de calidad que los que participaron en la del oeste.

No es para engordar la videoteca personal, pero se puede ver... incluso se te puede escapar unas risotadas.