Lo que el budismo llama la muerte del ego, el cristianismo lo cuenta a su manera: Aparece un ser mesiánico, cuyas capacidades extraordinarias maravillan a todos, propaga un mensaje de liberación, y el grupo oprimido le sigue. En el transcurso de la liberación, un miembro del propio grupo les traiciona, y el mesías acaba siendo sacrificado por su propia voluntad.

El viaje del héroe es la historia más antigua jamás contada. Es un patrón que se repite a lo largo de las épocas y de las culturas de la humanidad. Es ancestral y universal. La búsqueda de la libertad última. El estado perfecto y permanente. El final del sufrimiento. Es la expresión del anhelo más profundo de cada individuo.

La película entera es una obra perfecta de engranajes que encajan donde tienen que hacerlo. Está configurada con un meticuloso cuidado, a pesar de lo que a muchos les haya parecido, en el sentido de que ningún elemento es al azar. En el espacio de una crítica en un foro no cabe un análisis completo, habría que escribir un libro entero para hacerle justicia. Incluso el propio hecho de que los obstáculos a superar tengan un aspecto tan exageradamente artificial e ilusorio forma parte del mensaje.

Y la banda sonora desde luego no se queda fuera de ese cuidado mecanismo de relojería. Un regalo para el alma.