Los franceses siempre han sido buenos para la comedia, tanto en la dirección como en la interpretación y ahora están volviendo a tomar los caminos de entretener a la gente en vez de lanzarles soberbios rollos filosóficos. Lógicamente esto aumenta el ingreso en taquilla, objetivo nada despreciable en el cine. Esta película es una de esas comedias que lo intenta, entretener a la gente, pero se queda algo corta por reiterativa en las situaciones y por verborrea, diálogos excesivos. No creo que el director se haya documentado muy bien en el mundo homosexual, pues los tópicos sobre las relaciones sexuales, homo y hetero, son demasiado coincidentes, y conducen a un final poco creíble, aún en comedias románticas al uso. Nada me ha gustado en concreto como cine, aunque destacaría la escena postparto entre la hermana, la familia y la carrera del padre de la nueva criatura. Es de comedia auténtica y bastante original, en forma y fondo. En resumen: una película que si se ve se pasa el rato pero a nadie le recomiendo que vaya a verla para pasar el rato.