Esta historia tiene varios matices que han conseguido que abriera la boca de sorpresa varias veces.
Tiene un comienzo que en mi opinión se hace bastante largo y poco atractivo ya que te empiezas a preguntar si lo único que vas a ver es a un fracasado, atrapado en la rutina tanto laboral como sentimental, llevándose una calabaza que se ve venir a distancia y que acto seguido comience el desvarío.

Una vez que la película empieza a alcanzar el "terror" o locura que se supone que define su género,ya que se va alcanzando gradualmente, a mi me entró la sensación de que esto no era más que otro argumento común y simplón con el que darle una palmada en la espalda y decirle "gracias, esta noche me has entretenido pero eres cutre".

Pero según avanza te das cuenta que esta película no es igual que el resto ,regalando momentos de brillantez, además de pegar varios giros impredecibles que provocan una mezcla de tensión, sorpresa y sobre todo impotencia.

Impotencia al darte cuenta de que una persona puede hacer contigo lo que quiere cuando tú eres el único enamorado y esta carece de sentimientos. Y tal como lo lleva este largometraje al punto más drástico y lo convierte en un castigo que significa la carencia o no de libertad.

Unas actuaciones correctas que para mi parecer según avanza la trama el personaje masculino mengua en personalidad mientras que el femenino asume todo el control de la historia.
A Dominic Monaghan casi todos lo conocemos de la serie de Perdidos o de la trilogía de El Señor de los Anillos, en papeles en los que aunque no destacaba de manera absoluta, pero que cumplía con su personaje. En esta película considero que hace un papel bastante interesante pero que baja a lo largo del filme como ya he dicho antes.
A la actriz Ksenia Solo no la conocía pero considero que hace un papel notable y me gustaría verla en más roles como protagonista en futuras películas.

Película más que recomendable con un guion muy poco predecible que estoy seguro que dejará a más de uno tan boquiabierto como a mí, además permite pasar un buen rato que eso siempre está bien.