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Burkina Faso Burkina Faso · Lolailo
Buscapé rating:
4
Drama "Nymphomaniac" is the wild and poetic story of a woman’s erotic journey from birth to the age of 50 as told by the main character, the self-diagnosed nymphomaniac, Joe (Charlotte Gainsbourg). On a cold winter’s evening the old, charming bachelor Seligman (Stellan Skarsgård) finds Joe beaten up in an alleyway. He brings her home to his flat where he tends to her wounds while asking her about her life. He listens intently as Joe over the ... [+]
Language of the review:
  • es
May 18, 2014
3 of 4 users found this review helpful
"El coño de mi novia es un coño violento, de una zoología más crustácea que molusco (y los gourmets me entienden), aunque a ella le desagrada que de tantos detalles, por si alguien la fuese a identificar (¿quién, me pregunto, si yo he sido su primer novio?" ("Coños" Juan Manuel de Prada)

Tras mucho pensármelo, al final decidí afrontar lo nuevo de Trier, sabía más o menos a lo que me iba a enfrentar: un director cuya carrera va cuesta abajo. Guardando "Dogville" como una obra minimalista, pero soberbia.

Tengo claro que asociar Phibonacci y sexo, la pesca con anzuelo y la muerte con el gozoso llanto del introito femenino, tiñen la pantalla de un barroquismo infantil y superficial.

No tengo nada en contra del sexo explicito, mojigaterías las justas, pero si tengo claro que no es lo mismo una mamada que una felación.

Trier se limita a hacernos una mamada, esto es: succionamiento mecánico, frío e impersonal. Hace una exégesis de pollas al cual más cutre y desconsiderada: todas ellas sin personalidad. Como la mirada de la protagonista, cuyo aire a lo "lolita sin frenos" no despierta ni la más mínima fantasía sexual, (será... que seré... que soy más raro que un perro verde)

Y digo esto porque después de ver "Joven y Bonita", ayo mucho más mensaje en la cinta francesa que en éste collage de escenas de sexo cutre. La presencia de Shia Labeouf es quizás lo más destacable de la cinta, (y eso que es un actor que odio con todas mis entrañas) con lo cual te imaginas cómo es el resto.

Por todos es sabido, que la mujer tiene una poderosa arma entre sus piernas, un arma peligrosa, deliciosa y, en ocasiones, violenta. Un arma capaz de dominar al hombre, pero a diferencia de las "puertas automáticas del super", un coño sin personalidad si se abre demasiado puede constiparse. Y eso es lo que le pasa a Trier con su vaivén sexual.

No se trata de "cantidad", si no de calidad y cantidad y eso sólo se consigue cuando existe verdadero amor y pasión tanto por tu pareja como por el cine. Y no por más pollas, mamadas y desvirgamientos con series phibomaníacas vas a calar mejor el mensaje de vacío manipulador de la protagonista.

La analogía de las tres pollas y la armonía en música, es de chiste: a la tía le gusta tirarse a los tres tíos porque su vinculación emocional es nula con ninguno de ellos. Nunca conocí a una mujer que, por muy putón que fuera, no follara por amor. Ella folla por desquitarse ante su desengaño amoroso.

Porque el sexo duro/light/fetiche/crustáceo/phibomaníaco nunca es igual si no hay una pizca de amor que sazone la unión. Lo demás es como ir al McDonalds: llenar llena, pero no alimenta.

Dejo como recomendación, una obra de teatro del año 2000, llamada "La Habitación Azul": ahí sí había una verdadera secuencia de lo que es saber follar y saber amar con la misma intensidad que se derrite el infierno y el lírismo a manos llenas. Esa es la auténtica felación.

Así que ahora sé cómo se debe de sentir una mujer cuando la dejan a medias: así me he sentido yo al ver ésta mamada de película.
Buscapé
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