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Benjamín Reyes rating:
8
7.2
2,124
Documentary In 1979, James Baldwin wrote a letter to his literary agent describing his next project, "Remember This House." The book was to be a revolutionary, personal account of the lives and assassinations of three of his close friends: Medgar Evers, Malcolm X and Martin Luther King, Jr. At the time of Baldwin's death in 1987, he left behind only 30 completed pages of this manuscript. Filmmaker Raoul Peck envisions the book James Baldwin never finished. [+]
Language of the review:
  • es
April 16, 2017
7 of 8 users found this review helpful
“La historia de los negros en América es la historia de América”, esta frase enunciada durante “I Am Not Your Negro”, define la idiosincrasia de Estados Unidos, donde la esclavitud fue legal hasta 1865. La nueva propuesta de Raoul Peck formó parte de la sección oficial del 17º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.
El haitiano Raoul Peck, que lleva años volcando su activismo en un cine politizado, teje en “I Am Not Your Negro” un potente “collage” cinematográfico en el que recupera la voz del malogrado James Baldwin, que dejó inconcluso un manuscrito de 30 páginas que contenía los recuerdos de los activistas por los derechos de los negros Malcom X, Martín Luther King y Medgar Evers, los tres asesinados antes de cumplir los 40 años. Esa voz que llega del pasado, de los años 50 y 60 del siglo XX está repleta de ira por la violencia policial que sufrió y sufre la raza negra.
“I Am Not Your Negro”, nominado al Óscar 2017, en la categoría de documental, es un filme que tiene espíritu de grito urgente. Sus imágenes, en las que se incluye una guagua de Alabama en 1955 en la que había zonas reservadas para los blancos, la paliza descomunal a Rodney King acaecida en 1991 en Los Ángeles por parte de la policía, o un encadenado de publicidad que etiqueta a los negros como serviciales…, deberían remover conciencias.
El montaje, que alterna imágenes de películas, programas de televisión, fotografías o imágenes publicitarias, es crucial en este filme por eso hay que destacar el trabajo de Alexandra Strauss. Ante la avalancha de imágenes de gran impacto se hace necesario un escapismo, por eso aparecen, en determinados momentos, imágenes que permiten que el espectador respire como una playa, un celaje o unos manglares.
El discurso de Baldwin, que en la película emplea la voz en off de Samuel L. Jackson, reclamaba su derecho a no ser etiquetado ni reducido a una identidad de grupo. Resulta execrable que todavía se siga reduciendo a la gente a estereotipos, ya sean negros, blancos, mujeres, hombres, cristianos o musulmanes, ricos o pobres.
Benjamín Reyes
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