Antes de ver una película hay que intentar no leer demasiado sobre ella en páginas de cine para no desvelar nada que no queramos saber antes de verla. Con Sinister esto daba igual, porque al verla me dio la sensación de que ésta historia ya la había visto unas cien veces en el cine. Esto puede pasar pero hay películas que o bien por cómo están rodadas, o bien por algún giro de guión o bien por algún susto digno de ver levantan un poco el ánimo del espectador.

Pues bien,aquí esto no pasa. Los "sustos" se limitan al típico subidón de volumen y poco mas, la historia se vuelve aburrida a los 15-20 minutos de empezar, y esto es lo peor que le puede pasar a una película que se supone está creada para dar miedo, o al menos para crear algo de tensión al espectador. Ni el buen trabajo del algo desaparecido Ethan Hawke consigue sostener una cinta que hace aguas por todos lados.