Russell Crowe encarna un extraordinario papel. Hace realidad de la labor de capitán de barco de aquellos tiempos donde esas 'cáscaras de nuez, acicaladas y armadas' tenían el protagonismo de los mares. Una vez más en este tipo de películas se distinguen ampliamente la categoría de clases. Niños de buenas familias, son guardiamarinas bien uniformados y tomando en directo sus clases para´, algún día, comandar una nave, mientras la tripulación, malencarada aunque demuestren buenos sentimientos son de la clase baja que seguro que por miserables salarios se embarcaban a la aventura. Contrasta la ambición del Comandante del barco en conseguir y seguir las órdenes recibidas a costa de lo que sea y la humanidad de un docto médico y naturalista que, realiza buena labor con sus escasos medios y cuando tiene oportunidad se maravilla con el descubrimiento de una nueva fauna en lugares recónditos para entonces. Todo este retrato se lleva con verdadera precisión, no anticiparé el desenlace, sé que no entra en los planes de críticas particulares, pero tampoco tiene ningún misterio descubrir el 'colorín, colorado...'. Merece la pena pasar un buen rato. Solo me queda una duda, saber si es ficción completa o realmente se basa en hecho históricamente sucedido, aunque siempre estaría 'adornado a conveniencia.'