Otro de los documentales realizados por Donatella Baglivo, aprovechando la estancia de Tarkovski en la península itálica a propósito de la filmación de su penúltimo largometraje Nostalghia (Nostalgia, 1983), el realizador fue invitado a dar numerosas conferencias y clases magistrales alrededor de su cine y la profesión.

La forma de este documental de una hora de duración es bastante sencilla, en este caso es la grabación de una de estas conferencias a las que el director soviético fue invitado, donde ofrece ideas sobre su perspectiva del cine, en un soliloquio que únicamente es interrumpido para mostrar secuencias de algunos filmes de Kurosawa, Antonioni o Buñuel, esto para demostrar algún punto en específico.

Finalmente cierra con unas cuantas preguntas del público, a pesar de que previamente dijo que no lo iba a hacer, que situación compleja abordar a semejante personaje de la historia del cine, aun así, algunos hicieron preguntas, sin embargo, no tan relevantes ni para Tarkovski ni para los espectadores, lo cual es bastante lamentable.

Hablando de las ideas propuestas por el realizador, las más interesantes son aquellas donde divide a los directores de cine en dos clases, aquellos que quieren imitar la realidad, frente a aquellos que prefieren crear su propio mundo, donde los sobresalientes son los del segundo grupo, mencionando nombres como Mizoguchi, Bergman, Kurosawa, Bresson, Antonioni, entre otros.

Así mismo, da un particular punto de vista de la utilización del color en el cine, o para ser más específico de la aparición del color en el cine y como este, en lugar de ayudar a representar una concepción más realista, tiende a lo contrario, a molestar y a distraer si no está bien manejado.

En cuanto a la parte estética del documental, la función de Baglivo es mínima, quizá su interés es que toda la atención recaiga en Tarkovski y su verbo, no hay ningún interés estilístico en la película, es simplemente filmar con dos cámaras (incluso en algunos momentos alguien cruza por el frente), donde la labor más destacada es el montaje para no escuchar a la traductora y no hacer el ejercicio redundante para los que observan el filme.

Sin embargo, es indudable el aspecto valioso de escuchar una conferencia de este tipo de uno de los directores más relevantes de la historia, es de agradecer.