Un mar de carreteras. Barras de bar astilladas y polvorientas. Un camionero con barba de tres días, gorra deslustrada y aspecto somnoliento. Una mirada furtiva y amenazante en la sombra. Unos muertos que no le importan a nadie en absoluto. Comisarías con aroma a tabaco, y a sudor, y a café.......

Clubes con putas caras y clientes baratos. Gasolineras en medio de ninguna parte. Una sensación persistente de vacío. Dos hombres en pos de una respuesta, de un culpable. Una América fría y gris. Calles de barrios residenciales, repletas de hojas otoñales. Trajes de segunda, para personas de segunda, con vidas de segunda.

Un Matthew McConaughey que destila veracidad y bourbon a partes iguales. Un Woody Harrelson tosco y magnífico.

P.S.: En homenaje a Truman Capote, James Ellroy y Marc Behm. Gracias.