Para empezar, hay que decir que la película se llama Mandrake, si, si, como el mago, y por tanto eso de meterle el calzador de la secuela a mi entender no debería ser así.

La primera parte no estaba del todo mal, tenía un tufillo juvenil y no parecía que estabas viendo la peli del sábado por la tarde en la tele. Ahora, si nos vamos a la historia en cuestión, es una auténtica porquería, ya desde el primer momento te dan ganas de no seguir viéndola y apesta a telefilm de esos alemanes que nadie ve.

Muy pobre en recursos y más todavía en el guión, nos presentan una excavación financiada para expoliar tumbas y encontrar una especie de daga milenaria o algo así, vamos, el que sea capaz de sacarle el jugo al guión que le den un premio.

Y poco más se puede decir, si la quieres para dejar la tele puesta sin hacerle ni caso, ésta es tú película. Si lo que se busca es algo más divertido, pues recomiendo la primera parte o, como especial a los más atrevidos, Dora la exploradora: Aventura de Navidad.