Encontrar hoy día ofertas originales en esta cosa llamada cine debe ser motivo de alegría, por sorpresivo. Si además fuera sinónimo siempre de calidad entonces la alegría sería doble. Digamos que 'Amor zombie' esta bien encaminada hacia lo primero para fallar considerablemente en lo segundo. Este es un disparate, a medias encantador, a medias simpático, que quiere optar a comedia romántica y no alcanza como para desencajar mandíbulas ni conquistar corazones, a pesar de que Aubrey Plaza y Dane DeHaan, como buenos tortolitos, ponen todo de su parte para que así sea.
No ceja en su empeño de ser personal tampoco a la hora de ponerle cierre a esta peculiar historia de amor. La relación humano zombi ya tiene en sí misma un flirteo con la tragedia como para renunciar a un final que anteponga la felicidad a la tristeza. Es extraño que con la falta de contundencia que demuestra en casi todos sus actos durante todo el metraje para conseguir seducirnos, tenga la clarividencia suficiente para estar a la altura en el broche final, tan esperpéntico de todas formas como todo y como solo podría ser, haciendo sentir una ligera desolación, más que con cualquier otro sentimiento que hubiera querido provocar con anterioridad.