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piensaencines rating:
8
Thriller. Mystery A glamorous American couple, the charismatic Chester MacFarland (Mortensen) and his alluring younger wife Colette (Dunst), arrive in Athens by boat via the Corinth Canal. While sightseeing at the Acropolis they encounter Rydal (Isaac), a young, Greek-speaking American who is working as a tour guide, scamming tourists on the side. Drawn to Colette's beauty and impressed by Chester's wealth and sophistication, Rydal gladly accepts their ... [+]
Language of the review:
  • es
June 30, 2014
9 of 11 users found this review helpful
A pesar de los muchos paralelismos de "LAS DOS CARAS DE ENERO" con "EL TALENTO DE MR. RIPLEY"(magnífica adaptación de Anthony Minghela de la novela de Patricia Highsmith), no voy a caer en la comparación, por dos motivos;
1 - Porque la segunda es infinitamente superior a la primera.
2 - Porque son muchas más las diferencias que las similitudes.

"LAS DOS CARAS DE ENERO" es, ante todo, un thriller sobrio, elegante y sin estridencias, que nos retrotrae a la época dorada de este género, pero sin caer en el clasicismo, la nostalgia o la burda copia.

Hablamos de una novela de la estupenda Highsmith, con todo lo que ello implica:

- Una buena historia, bien contada, con un ritmo muy cinematográfico;

- Unos personajes llenos de matices que se sitúan a la vez en todos los planos de la moralidad y la inmoralidad;

- Un devenir de acontecimientos todo lo alejado de la vulgaridad que se puede estar.

-Tensión, emoción y entretenimiento.

Todo eso es un regalo para cualquier cineasta, y a la vez una trampa que puede hacer caer en un exceso de confianza y dejarse devorar por la base literaria. No es el caso de Hossein Amini.

Este guionista (Drive, Shanghai) debuta en la dirección con mano relativamente firme, captando a la perfección el espíritu, el estilo y la esencia de la señora Highsmith y como corresponde a el estilo de la escritora: con una producción modesta, o mejor dicho, adecuada a su propósito, y centrando el peso de la historia, del drama y del suspense en unos magníficos personajes que son un regalo para cualquier actor.

Viggo Mortensen está absolutamente brillante y deslumbrante, en un papel lleno de matices y haciendo gala de una madurez, que quizás nunca antes había plasmado con tanta serenidad.

A su lado, Kirsten Dunst , esa "sosa" que siempre me ha gustado, cumple con creces en un papel que quizás sea el más desaprovechado y peor tratado de toda la película.

El eterno enfadado y cariacontecido Oscar Isaac da el perfil de antihéroe antipático y despreciable, ofreciendo una réplica casi suficiente a los otros dos protagonistas.

Nada que reprochar en realidad en la parte interpretativa. Un reparto sólido que convence y conecta cuando necesitan que conectemos y que nos hacen desarrollar empatías enfermizas.

El comienzo y planteamiento del conflicto, así como su tramo final y resolución, tampoco tienen nada que reprochar; un ritmo pausado que es el que decide el director y que funciona con su personal manejo de los tiempos.

Es en su parte central cuando la película decae y nos lleva a lugares a los que no nos interesa ir y se pierde en situaciones irrelevantes, desaprovechando todo su potencial y dejándonos perdidos en medio de esa Grecia idealizada y sin rumbo a la vista...Pero tranquilos, pronto todo vuelve a encauzarse.

A pesar de este lapsus central, la película cumple con sus objetivos y nos ofrece un thriller "clásico" resuelto de una forma bastante menos clásica de lo que parece.

Una película con más aciertos que carencias. Con respeto y saber hacer pero sin maestría. Una película que no levantará grandes pasiones, ni a favor, ni en contra, pero sí inspira cariño y hasta un cierto paternalismo, porque es ese tipo de cine que nunca debería dejar de existir y que en el fondo todos añoramos. Porque es cine(mejor o peor resuelto), pero del de verdad, del que nos inculcaron nuestros padres, del que se puede volver a ver más de una vez.
piensaencines
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