"Gru 2, mi villano favorito" es una secuela que funciona sin la necesidad de cumplir a rajatabla esa regla no escrita de las secuelas que reza: más y más grande.
El film vuelve a girar en torno a ese villano que se reconvierte en héroe para dar caza a un villano. La dicotomía heroe/villano vuelve a ser bandera de un film que sigue teniendo ese esplendido aspecto visual que ya lucía su predecesora, coronado por un genial diseño de personajes. A ese respecto los Minions vuelven a ser el Santo Grial del producto, no por algo son uno de los mejores hallazgos recientes de la animación. Ansío ver el spin-off que les están preparando los de Illumination. Y no puedo olvidarme del equilibrio entre lo adulto y lo infantil, "Gru 2, mi villano favorito" lo logra con bastante soltura.
Con lo cual, lo único negativo que puedo decir de esta segunda entrega es el estancamiento que sufre el producto en general y el protagonista en particular. Que no es poco. Todo lo que acaecía en la cinta de 2010 tenía mucha más enjundia y chispa a nivel de fondo de armario que lo que ocurre en esta secuela. La obsesión de los guionistas por darle una madre a las niñas adoptadas por Gru no me dice absolutamente nada. De hecho, incluso puede malinterpretarse. ¿Solo a mi me parece que en ello reside un mensaje oculto en contra de criar hijos en soltería?… Prefiero pensar que la trama surge más como homenaje a las madres que como crítica a algo más concreto.
En resumidas cuentas, "Gru 2, mi villano favorito" sigue funcionando, pero la semilla del estancamiento se ha sembrado, y eso puede ser un arma de doble filo. Veremos como avanza la saga.