En "Vaiana" Disney retorna a su faceta musical tras la ya lejana "Frozen, el reino del hielo" (Chris Buck & Jennifer Lee, 2013), y aun siendo un film de calidad palpable, como suele ser habitual en ellos, no termino de quitarme de encima la horrible sensación de haber presenciado una película encorsetada a pesar de gozar de elementos que la pintaban para ser diferente, además de haberme resultado un poco inferior a sus predecesoras.
Todas las virtudes que suelen convivir en los films musicales de Disney conviven armoniosamente en "Vaiana". Visualmente es una maravillosa gozada, y todo ello con la dificultad añadida de ser una historia que transcurre cien por cien en escenarios a campo abierto muy realistas. Particularmente las escenas marinas me han resultado hipnóticas y de una belleza suprema. Y todo ello con otro valor añadido, lo fantasioso e incluso delirante de la trama, casi como de leyenda. El fondo de "Vaiana" también resulta sólido, a su gran mensaje ecologista hay que añadirle esos pequeños valores que transmite que funcionan a las mil maravillas. Musicalmente la cinta, como era de esperar, también funciona con precisión milimétrica. Las canciones son pegadizas, rítmicas y para nada ñoñas. Aunque sigo defendiendo que deberían ir en versión original con subtítulos.
En definitiva, todo lo que suele venir en estas cestas de navidad viene, en ese aspecto nada que objetar. Pero creo que nos conocemos el lote tan al dedillo que cada nueva vez que lo vemos nos resulta un poco inferior, y eso a pesar de no tener ostensibles carencias. Particularmente creo que a "Vaiana" le ha faltado el carisma necesario para trascender, algo que este tipo de films suelen tener para calar en el espectador largo tiempo después de haberlos disfrutado. Con "Frozen, el reino del hielo" pasó muchísimo, de hecho hay secuela en marcha, pero creo que nadie pedirá segunda entrega de "Vaiana".